miércoles, 27 de octubre de 2010

Previa NBA en clave de Twitter



Los Angeles Lakers:
Vigentes campeones. Añaden defensa con Barnes y Ratliff y puntos con Blake. Phil Jackson quiere su cuarto three peat. Kobe su tercero. Palabras mayores.

Phoenix Suns: Se acabó. El proyecto tuvo un bonito final con las finales de conferencia del año pasado.

Golden State: ¿Habrá fiesta sin Don Nelson? Parece complicado. Siempre les quedará Curry y, en menor medida, Monta Ellis.

Sacramento Kings: Cousins parece un buen complemento para Tyreke. Carl Landry es un lujo de jugador. Otro añito de indiferencia.

Los Angeles Clippers: Nombre por nombre pinta muy bien. Griffin es un animal, Baron un jugón y Gordon un superclase. Además está Kaman. En fin, seguro que la pifian.

Portland Trail Blazers: Les toca dar un paso adelante y avanzar alguna ronda de Playoffs. El Roysistema es efectivo, pero resulta bastante aburrido.

Oklahoma City Thunder: Con Kevin Durant todo es posible. Jóvenes y con talento, ¿qué más se puede pedir? Un pívot mejor, quizás, aunque Ibaka tiene su encanto.

Denver Nuggets: El foco está colocado es saber si Melo se va a ir a mitad de temporada o no. Si Billups reconduce a Al Harrington habrá realizado su milagro anual.

Utah Jazz: Cambian a Boozer por Al Jefferson y a Kyle Korver por Raja Bell. Aunque lo mejor será ver a Gordon Hayward junto a Deron Williams. El uniforme nuevo esta muy guapo.

Minnesota Timberwolves: Optan al número uno del siguiente draft. La pareja Beasley-Milicic promete, aunque no se sabe muy bien qué.

Dallas Mavericks: Tras el batacazo de los pasados Playoffs su pronóstico es complicado. Posición por posición es la segunda mejor plantilla del Oeste. Además tienen a Brian Cardinal.

San Antonio Spurs: Los malos nunca mueren. Es más, se han reforzado con Splitter. No les dará para anillo pero no será fácil ganarles.

Houston Rockets: Cuesta creer que vayan en serio. Cuesta creer que estén de reconstrucción. Ni frío, ni calor, aunque con Scola.

Memphis Grizzlies: El año pasado funcionaron. Han renovado a Rudy Gay por el máximo. Cualquier cosa puede pasar con ellos.

New Orleans Hornets: Paul se queda y para ello se ha abierto el camino. Confían en Thorton, le dan una oportunidad a Belinelli y añaden a Ariza como perro de presa. Deben ir para arriba.

Orlando Magic: El año pasado les comieron la tostada y no parece que Quentin Richardson o Chris Duhon les puedan dar un salto de calidad en este.

Miami Heat: Histórico. Ilusionante. Odioso. Dinastía o fracaso.

Atlanta Hawks: Llevan años sin conseguir el plus que les haga subir de peldaño. Han retenido a Joe Johnson, pero no han fichado nada nuevo. Van a pelear, pero no están entre los favoritos.

Charlotte Bobcats: Larry Brown y un puñado de tipos duros.

Washington Wizards: Ha llegado la hora de Jhon Wall. Hinrich, Jianlian, McGee, Blatche... Arenas. No son malas compañías.

Cleveland Cavaliers: No LeBron, no party.

Chicago Bulls: Verano templado. Ni el éxito de Miami, ni el fracaso de New York. Lo mejor: la renovación de Noah. Deben ser campeones de división.

Milwaukee Bucks: Es mejor no exigirles nada. La irregularidad es su bandera e idiosincracia, y no parece irles mal con ella.

Detroit Pistons: Han fichado a McGrady y mantienen a toda la vieja guardia. Lástima, para ellos, que no estemos en 2004.

Indiana Pacers: La gran oportunidad de Darren Collison. No tienen ningún tipo de exigencia, pero si el equipo se mueve al ritmo de O'Brien pueden divertir bastante. Go Psycho-T!

Boston Celtics: Artillería pesada. Han juntado a los dos O'Neal y mantienen al renombrado Big-Four. Se van a dejar llevar un poco, pero son grandes favoritos. No está Scalabrine.

New York Knicks: Amaré y Felton dejan frío. ¿Melo? De momento ver a Anthony Randolph al ritmo de D'Antoni estará curioso.

Toronto Raptors: Si alguien se ha preguntado que papel podría hacer un equipo FIBA en la NBA, que siga a los Raps.

Philadelphia 76ers: Fueron ambiciosos y no les salió bien. Lo más interesante ahora es ver la evolución de Jrue Holiday y Evan Turner.

New Jersey Nets: Lo hicieron tan mal que da miedo decir que la dupla Favors-Lopez junto a Devin Harris y hombres de rotación como Outlaw, Morrow o Murphy parece buen equipo (modesto).

Recordad que podeis seguirme en Twitter @javimercadal

domingo, 24 de octubre de 2010

El primer título del Basket Zaragoza

Phillip, capitán del equipo, abraza a Van Rossom, autor de la canasta de la victoria. Foto: Heraldo.es

Vale que no lo es, pero lo parece. O al menos su alegría sabe similar. No ha habido una gran fiesta colectiva y no contará en el palmarés, pero lo vivido en el Palau Blaugrana es historia del baloncesto zaragozano en general, y, sobre todo, del Basket Zaragoza en particular.

Nunca un equipo aragonés había ganado en la casa del Fútbol Club Barcelona. Ni cuando el malogrado CBZ se codeaba de tú a tú con los grandes. Esto solo ofrece una pequeña muestra de la dimensión que posee el triunfo obtenido. Un valor al que hay que sumar varios factores más como el actual momento del equipo de Xavi Pascual, vigente campeón de Europa, o el historial de desastres y desilusiones llevado a cabo por el club rojillo en sus ocho años de historia.

Pero sobre todo, lo que lo ha hecho tan especial es el cómo se ha producido. No hay duda. El CAI ha jugado un partido excelente. De principio a final. Especialmente en los últimos instantes, haciendo aquello que nunca supo realizar. Dos canastas ganadoras cuando el cronómetro se aproximaba peligrosamente a cero. Una de Quinteros para forzar la prórroga tras haber ido por detrás durante los últimos minutos. Otra at the buzzer de Van Rossom que desató la locura que solo el basket, o situaciones atípicas como el gol de Nayim, puede producir.

No había tiempo para más. Zaragoza ha vuelto a la ACB y lo de hace dos años solo fue producto de un mal experimento en una extraña temporada, que incluso contó con 17 equipos. Esto si que es el ba-lon-ces-to aquel del que hablaba Pepu. Elite. Y el CAI esté a la altura, pese a que su objetivo deba seguir siendo la permanencia. Ver a un jugador de la talla de Cabezas con la camiseta roja -bueno, esta vez la blanca- es una prueba más.

Sea como fuere, y obviando de manera intencionada los dos ascensos y aquella pírrica Copa Príncipe como únicas alegrías de un tiempo muy negro, lo de Barcelona ha sido el primer título de la historia del Basket Zaragoza como club. O al menos, el que nos ha hecho sentir que la vertiente deportiva va, por fin, en consonancia con la masa social.