miércoles, 25 de febrero de 2009

Loren Woods, la última esperanza

Woods lucha el rebote con el Effes Pilsen. Foto: Euroleague.net

Loren Woods (St. Louis, 1978) es el ultimo refuerzo del Basket Zaragoza en su empresa de mantener la categoría ACB en este, el año de su debut. Woods es un pivot de 2’18 metros –según medidas oficiales- que llega a la capital maña a aportar los centímetros de los que lleva huérfano el conjunto zaragozano desde la marcha del checo Ondrej Starosta.

Woods llega a Zaragoza después de abandonar la disciplina del Zalgiris Kaunas lituano debido a la mala situación económica en la que se encuentra inmerso el histórico club báltico. En Europa su trayectoria se limita a dos años no consecutivos en el Zalgiris, temporadas 06/07 y 08/09, y en el Effes Pilsen turco en la 07/08. Dos equipos procedentes de ligas menores pero habituales participantes en Euroliga. De hecho, sus promedios en la máxima competición continental esta temporada son de algo más de 12 puntos y nueve rebotes por partido. Cifras nada desdeñables.

En Woods encontramos un jugador de una excelente técnica individual. De finos movimientos al poste, un más que aceptable tirito exterior y un digno pase, sobre todo para alguien de su altura, que le posibilita jugar el pick’n’roll. Es cierto que no se trata de lo que se conoce como un jugador duro, incluso algunos lo definen como un ala-pivot en el cuerpo de un pívot, pero tampoco se trata de un jugador blando y debido a su altura posee una gran facilidad para capturar rebotes o intimidar a los jugadores más bajitos.

Su llegada sirve para apuntalar el juego interior del equipo, sin duda su facción más débil. La inclusión de Woods implica la salida del club de un jugador extracomunitario que previsiblemente será Larry Lewis (leer los motivos en 3PC). Con el de St. Louis el Basket Zaragoza vuelve a encontrar a la lógica en la composición de su juego interior al contar de nuevo con dos pivots, Woods y Garcés -tres si contamos a Oliver Arteaga cuya presencia debería ser testimonial a partir de ahora-, y dos ala-pivots, Zizic y DP, finiquitando así la desastrosa experiencia que supuso la intentona de adaptar al croata en el puesto de cinco. Y es que se espera que el máximo beneficiado de la llegada del norteamericano sea el jugador balcánico ya que podrá desarrollar toda su clase y brega al poste jugando ante rivales de su altura.

Se trata, por fin, de un juego interior compensado y potente. Sí Garcés representa la lucha y la fuerza, Woods es la clase y la elegancia. Sí Phillip es la potencia, la entrega y la posibilidad de jugar abierto, Zizic supone la desenvoltura al poste y la capacidad de jugar entre pívots. Cuatro piezas complementarias que abren al Basket Zaragoza todo un nuevo abanico de posibilidades con el que construir la salvación desde la pintura.

lunes, 23 de febrero de 2009

Pete Mickeal da la Copa al Baskonia

CB Málaga 98 - Baskonia 100 (Ver estadísticas)

Baskonia txapeldun! Foto: Marca.com

El Baskonia se proclamó ayer campeón de la Copa del Rey tras derrotar al Unicaja de Málaga en la prórroga. Tras un partido intenso, vibrante e igualado la sobriedad de Pete Mickeal en los momentos críticos decantó el choque hacia el lado vitoriano.

La final nos presentó a dos proyectos construidos para ganar pero inmersos en momentos antagónicos. Uno, el Baskonia, envuelto en una vorágine de victorias y triunfos, otro, los malagueños, en una dinámica algo errante que no termina de encontrar con la tecla adecuada. Pero en conjunto dos grandes equipos que suelen ofrecer magníficos partidos sobre el parqué. Competitividad en su máxima expresión.

El encuentro transcurrió durante los tres primeros cuartos con altibajos en el marcador pero con una sensación de fondo de ligero dominio azulgrana. Fue en este tramo en el que Mirza Teletovic se labró el MVP del torneo. El jugado bosnio revolucionó el partido desde la línea de 6,25 -anotó seis triples y finalizó el encuentro con 20 puntos- siendo en todo momento escudado perfectamente por Sergi Vidal que firmó 16 puntos. En frente, Marcus Haislip hacía lo propio demostrando que es uno de los jugadores más completos de la liga. El norteamericano finalizó el choque 23 puntos y capturó cinco rebotes para un total de 24 de valoración. Pero ninguno de los tres serían finalmente los protagonistas de la final.

En el último cuarto, cuando parecía que el partido se iba a acabar decantando de manera clara hacia el lado baskonista, emergió la figura de Joseph Gomis. El jugador francés lideró el ataque malagueño anotando las dos últimas canastas de su equipo. A falta de 18 segundos y dos abajo en el marcador el pequeño escolta, que anteriormente ya había empatado el encuentro, asumió toda la responsabilidad y se lanzó contra la defensa baskonista para anotar dos puntos, empatar el partido y sacarle la quinta personal a Splitter. Finalmente el de Evreux no anotó el tiro libre extra y el partido se fue a la prórroga.

El tiempo extra se antojaba complicado para los de Ivanovic que venían de ser remontados in extremis por Unicaja. Además los de Vitoria no podían contar ya con Rakocevic ni Splitter con cinco faltas y tanto Vidal como Teletovic se habían mostrado nerviosos fallando tres tiros libres el primero y el último lanzamiento el segundo en los momentos cruciales. Así pues todas las miradas se posaron sobre Pete Mickeal. El norteamericano, que había estado algo discreto hasta el momento, respondió de forma sobresaliente. Se erigió como el referente absoluto del encuentro. Serio, sobrio. Deseoso de tener el balón en sus manos cunado este resulta una bola de fuego para el resto de jugadores.

Mickeal anotó ocho puntos durante la prórroga entre los que destacan los dos últimos. Con el partido empatado tras un triple de Haislip el de Illinois recibió el balón y con Berni prácticamente colgado de su cara -sin hacer falta- materializó dos puntos más de forma épica. Un canastón sólo apto para superclases como él. Pero esto no fue todo. En la última posesión, en la última intentona de los de Aíto para llevarse la final, el balón le cayó a Berni Rodríguez que se encontraba fijado tras la línea de tres puntos. El jugador andaluz intentó a la desesperada conseguir el que hubiese sido el tiro de la victoria si no fuese porque Mickeal lo taponó de forma magistral culminando así su espectacular exhibición. Una actuación que debió ser coronada con el MVP y que supuso el broche de oro a una emocionante edición de la Copa.

jueves, 19 de febrero de 2009

Barcelona y Baskonia primeros semifinalistas

Navarro domina el derbi futbolero. Foto: Marca.com

La Copa
del Rey ha arrancado esta tarde en Madrid con victorias del FC Barcelona ante el Real Madrid y del Baskonia frente a Valencia. Los dos cuadros azulgranas se enfrentarán en la primera semifinal que se disputará el sábado a las 18:00 h.

Real Madrid 75 – FC Barcelona 83

El Barça se impuso con claridad al Real Madrid en el primer duelo de la tarde. El choque, en el que el equipo culé fue por delante en el marcador durante todo el encuentro, tuvo en Juan Carlos Navarro a su principal protagonista. El escolta anotó 28 puntos (6/8 en lanzamientos triples) y repartió 10 asistencias para una valoración total de 27. ¡Casi nada! En frente Bullock continuó con la buena racha de los últimos partidos y se fue hasta los 22 puntos que finalmente resultaron insuficientes ante la exhibición de La Bomba.

Saski Baskonia 82 – Valencia Basket 66

Pese a un fulgurante inicio de partido de los valencianos el cuadro vitoriano supo mantener el tipo para finalmente llevarse el partido de forma fácil en el último cuarto. Los baskonistas tuvieron el Thiago Splitter a su mejor hombre. El pívot finalizó el partido con 20 puntos y 10 rebotes para una valoración total de 26. Sergi Vidal, que continúa en un estado de dulce, añadió 17 tantos y capturó cuatro rebotes. En el cuadro taronja no hubo grandes destacados después de que Shammond Williams no pudiera mantener el gran nivel que exhibió en el primer cuarto. El máximo anotador de los valencianos fue el poste Kosta Perovic que terminó con 13 puntos en su haber.

Brad Miller vuelve a Chicago

Miller pasa el testigo a Hawes antes de volver a Chicago

Era un secreto a voces. La opción más lógica que se hizo mucho de rogar. Los Chicago Bulls buscaban como loco un pívot con el que completar su plantilla y Brad Miller era, prácticamente, el único center de garantías que el mercado podía ofrecer. Pero los Kings estaban dispuestos a tensar la cuerda sacando así un trato probechoso para ellos tanto en lo económico como en lo deportivo.

En el intercambio, en el que también participa Portland de forma casi testimonial, los Bulls reciben a Brad Miller y John Salmons procedentes de Sacto. Mientras a la capital californiana llegan Drew Gooden, Andrés Nocioni, Cedric Simmons e Ike Digou. Los Blazers, además, reciben a Michael Ruffin (leer).

Pero, ¿es Brad Miller el pívot que necesitan los Bulls? Miller es un pívot atípico. Con un gran conocimiento del juego y capacidad de pase, pero al que le gusta más jugar de cara al aro que despaldas a este. Un referente interior que paulatinamente se va alejando de la pintura. Esto ofrecerá a Chicago a posibilidad de doblar balones a las múltiples pistolas exteriores de las que dispone, aunque quizás no se ajuste al perfil de jugador que Chicago llevaba tanto tiempo buscando.

Además en el pack llega Salmons, otro jugador exterior más para el superpoblado backcourt de los Bulls. Salmons, que posee ya 29 años, estaba realizando la que hasta ahora está siendo su mejor temporada en cuanto a números se refiere. En Chicago deberá acostumbrarse de nuevo a un rol secundario tras Rose y Gordon aunque presumiblemente será el recambio de Big Ben en caso de que este no renueve este verano.

Sacramento por su parte se deshace así de su último baluarte y se centra en su reconstrucción. Para ello reciben a dos jugadores con roles completamente contrarios. Nocioni es un jugador de equipo, polivalente y que servirá para dar mayor consistencia al juego de los Kings. El argentino, que ha sido gravemente infrautilizado en Chicago, es una pieza más que válida y que seguramente se haga un hueco en el quinteto titular. El papel de Gooden en la operación es completamente distinto. El ala-pivot finaliza contrato por lo que liberará siete millones de dólares este verano. Un espacio salarial que, sin dudas, vendrá de perlas a la reconstrucción del equipo.

Actualización

Chicago dice adiós a Larry Hughes

En un segundo movimiento los Chicago Bulls enviaron al polémico Larry Hughes a New York a cambio de Tim Thomas, Jerome James y Anthony Robertson. Con esta operación la franquicia de la ciudad del viento se deshace del gran contrato que poseía el escolta y encuentran algo de refuerzo interior de garantías en la figura de Tim Thomas -James se encuentra de baja para lo que resta de temporada-. Todos los implicados acaban contrato en 2010, premisa básica para que los neoyorquinos acepten un intercambio y algo que está ganando cada vez más importancia en los movimientos de los Bulls.

martes, 17 de febrero de 2009

La NBA siempre tiene algo que vender

Kobe y Shaq agradecen el galardón. Foto: NBA.com

No fue un partido de las estrellas especialmente lustroso. La desigual composición de los equipos y la polémica designación de algunos participantes hacían que presagiar lo que el desarrollo del partido confirmaría más tarde. El encuentro iba a resultar aburrido en lo que a competición se refiere por lo que la NBA debía buscar alguna alternativa que hiciese el evento atractivo para el espectador.

Para ello contaban con un as en el bolsillo. Una carta que suponía una apuesta segura al espectáculo. Shaquille O’Neal estaba presente, debido a méritos deportivos, por decimoquinta vez en el All-Star Game y, encima, este se realizaba ante el que -al menos hasta ahora- es su público. Así que desde su presentación, donde se marcó un bailecito demostrando que sigue controlando al milímetro el concepto de show, se postuló como el protagonista absoluto del evento.

Si a esto añadimos que volvía a compartir equipo con Kobe Bryant y que en el banquillo se sentaba Phill Jackson la fórmula se mostraba más que clara. Y Shaq respondió, vaya si respondió. El pívot fue el único capaz de aportar una nota de alegría en un aburrido partido al que el disfraz de encuentro serio le duro algo menos de dos cuartos. Un pase de quarterback mirando al tendido, una jugada típica de alero con caño al rival incluído o su clásico mate con el que antaño destrozaba tableros fueron algunas de las jugadas que Diesel desplegó sobre el parqué colocando así una leve sonrisa en los aficionados.

Sólo 11 minutos le bastaron a O’Neal para erigirse en el referente del partido. 17 puntos, cinco rebotes y tres asistencias para el Gran Cáctus. Por otro lado Kobe Bryant firmó, sin forzar, las mejores estadísticas individuales del encuentro. Todo había salido a pedir de boca. MVP compartido para la parejita que consiguió tres anillos consecutivos para los Lakers y cierre al pique entre los componentes del tándem que dominó el principio de siglo. La NBA siempre tiene algo que vender.

domingo, 15 de febrero de 2009

Durant y Nate protagonistas de los dos primeros días. Rudy muy bien

Robinson ejecuta el mate que le otorgó la victoria. Foto: NBA.com

El de Phoenix, al menos por sus dos primeros días, no está resultando un mal All-Star Weekend. Si bien es cierto que ha aireado algunas carencias también lo es que ha dejado algunas notas que bien merecen ser reseñadas.

Durant demostró que el partido del viernes se le queda pequeño

Pese a su condición de sophomore Kevin Durant es ya de facto una estrella de la NBA. Sus más de 26 puntos y seis asistencias por partido y el hecho de que desde su llegada a la liga hay sido el abanderado de su franquicia atestiguan que estamos ante un jugador especial. El flaco no es sólo un jugador prometedor y así lo quiso demostrar anotando 46 puntazos, con 17 de 25 en tiros de campo, en la victoria de los jugadores de segundo año. Sin duda su sitio está en el partido de “los mayores.

Tanto Rudy como Marc realizaron un buen partido, dejándose ver en todo momento y liderando el juego de los novatos durante gran parte del choque. Su actuación sólo se vio deslucida por un Michael Beasley inmerso en pleno éxtasis del chupón, hasta 22 tiros de campo llegó a jugarse el de Miami, y por el que probablemente sea el uniforme más feo y hortera de la historia del baloncesto. Aún así Marc con 16 y Rudy con 15 puntos fueron segundo y tercer máximo anotador de su equipo. Además Greg Oden no disputó un solo minuto por lesión, algo que puso todavía más de manifiesto el error de haber dejado a Kevin Love en casa en favor del gigante de los Blazers.

Rudy dio la talla en el show de Nate

La noche de los concursos no comenzó de manera alagueña. Tras un prescindible concurso de habilidades, que ganó Derrick Rose finalizando su serie final con un mate digno de concurso, llegó la hora de los triplistas. Pero los triplistas no aparecieron por el pabellón y los jugadores seleccionados para el evento ofrecieron un concurso paupérrimo en acierto y, pese a decidirse con un desempate, timorato en emoción. Sólo cabe reseñar que ninguno de los participantes lograron alcanzar en alguna ronda los 20 puntos para calibrar el nivel ofrecido. El base de los Heat Daequan Cook resultó ser el menos malo y se alzó con el trofeo.

El concurso de mates fue planteado desde el principio por la NBA como un duelo entre Nate Robinson y Dwight Howard. El campeón de 2006 frente al de 2008. El bajito saltarín contra el poderoso y potente gigante. Pero Rudy, que participó en el evento por designación popular, decidió no ser un convidado en fiesta ajena y ofreció su mejor repertorio con el que se dejo notar. Finalmente la organización, en forma de pobre puntuación vertida por el jurado, no le dejó participar en la final favoreciendo el duelo directo entre Superman y Krypto-Nate.

Y es que se puede no discutir que la final la disputaran entre Howard y Robinson, pero que el primer mate de Rudy, homenaje a Fermando Martín incluido, merecía más de 42 puntos y que el segundo, por muy fuera de tiempo que fuese ejecutado, era merecedor de 50 puntos debe quedar fuera de toda duda. Ver vídeos en el blog NBAManiacs.

Por lo demás el concurso pasará a la historia por el mate de la kryptonita. El momento en el Nate Robinson, de verde riguroso, superó de manera literal los 2’12 metros de Superman para machacar a una mano el aro del US Airways Center. Una jugada que permitió al diminuto base de los Knicks revalidar el título ya conseguido en 2006.

jueves, 12 de febrero de 2009

El modesto e inestable matagigantes

Granger pelea por anotar dos puntos

Antes de comenzar la temporada las sensaciones que transmitían los Indana Pacers entre los aficionados y analistas de la NBA eran encontrados. Con la salida de Jermaine O’Neal los Pacers marcaban el fin de una época y con una plantilla repleta de jóvenes jugadores para muchos Indiana aspiraba este año a conseguir una elección alta en el próximo daft. Sin embargo, para otros, el equipo de Indianápolis podría optar a dar la sorpresa e intentar un asalto a los Playoffs. Para refrendar esta opinión los partidarios de esta opción basaban su argumentación en el afán competitivo que la franquicia había mostrado en la recta final de la pasada temporada y el buen juego desplegado bajo la batuta de Jim O'Brien.

No es de extrañar pues que la actual e inquietante temporada de los Pacers resulte una suma de ambas opciones. Un equipo capaz de lo mejor y de lo peor. A estas alturas de temporada, con el All-Star a la vuelta de la esquina, los de Indiana son el único equipo de la liga que ha conseguido ganar a las cuatro franquicias con mejor balance de victorias-derrotas. Pero al mismo tiempo el equipo de O’Brien es antepenúltimo en el Este -aunque con alguna opción de entrar en Playoffs- y ha cosechado algunas derrotas vergonzantes como las obtenidas ante Washington o Los Angeles Clippers.

La mejor noticia para estos Pacers es la confirmación de Danny Granger entre la elite de la liga. En su tercer año el alero está promediando más de 25 puntos por partido y ha sido incluido para disputar su primer partido de las estrellas. Granger, que ha protagonizado una meteórica evolución desde su llegada a la NBA, se ha convertido en el referente absoluto del equipo, un jugador sobre el que construir un futuro proyecto. Cabe destacar también la temporada del infravalorado Troy Murphy. El de Notre Dame se ha mostrado en todo momento como un secundario más que válido promediando dobles dígitos tanto en puntos como en rebotes.

En el debe, un año más, se encuentran las numerosas lesiones que se han vuelto a cebar duramente con los Pacers. Jugadores llamados a ser importantes como Travis Diener, Mike Deunlavy o Marquis Daniels no han podido funcionar a pleno rendimiento durante este primer tramo de liga. Además, los nuevos y numerosos fichajes no han supuesto un salto cualitativo importante y ni TJ Ford, ni Jarret Jack se han mejorado las prestaciones del mejor Jamaal Tinsley. El caso del base resulta especialmente sangrante ya que a menos de una semana para el fin del plazo para realizar traspasos no ha encontrado una salida que satisfaga a la franquicia y corre el riesgo de pasarse en blanco una temporada.

No obstante, pese a encontrarse al fondo de la clasificación y el comportamiento borderline que hasta ahora han demostrado habrá que estar muy atentos al equipo a los Pacers. Y es que como dice su famoso eslogan: en 49 estados sólo es baloncesto, pero esto es Indiana.