domingo, 28 de junio de 2009

Nuevo anuncio del Joventut

¿Oportunismo publicitario o pequeña pulla?


viernes, 26 de junio de 2009

Resaca del draft

En el número uno no hubo sorpresas y Griffin fue seleccionado por los Clippers. Foto: ESPN

Noche extraña la de este draft. Algunas sorpresas en las elecciones, lo lógico, y algunos intercambios de estrellas NBA, o lo que hace relativamente poco eran estrellas, algo menos corriente. Del mock que publiqué ayer no hay mucho que comentar, un escalofriante 3/30 en aciertos lo dice todo. Aunque, en mi defensa, diré que más o menos acerté por donde iban los tiros y que salvo lo de Tyreke Evans -y lo de Ricky- no me he pegado ningún talegazo importante. No está mal para empezar -al menos es lo que me voy a creer-.

La elección de Ricky Rubio en el número cinco se puede catalogar de descalabro perfectamente. No porque el número en sí sea malo, ni porque el proyecto de la franquicia pinte mal, sino por el autobombo y las maneras con las que “el entorno” -ese ente malvado que hace parecer a Ricky un prepotente- decidió afrontar la situación. Se esperaba que Rubio fuera un top-3 en cualquier circunstancia. De hecho, el de El Masnou acudía a esta cita por creerse que se trataba de una generación de perfil bajo, algo que le favorecería en su empresa de ser elegido como número dos. Por eso el que se oiga ahora al padre de la criatura hablar de una posible vuelta a Europa durante una o dos temporadas más (leer) suena a fracaso.

Del resto de la noche destacan los traspasos. Dos en concreto. El primero de ellos lleva a Shaquille O’Neal a jugar junto a LeBron James en Cleveland. La última ofensiva de los de Ohio para tratar de darle un anillo a su hijo predilecto. Además llega a cambio de nada ya que Ben Wallace, que podría retirarse, y Sasha Pavlovic, que no jugaba nada desde que se renovó el contrato, son los que saldrán de los Cavs. Shaq vuelve al Este, con 37 años, sí, pero después de hacer una temporada que le valió para entrar en el tercer mejor quinteto de la liga -y con todo merecimiento-.

Visto este movimiento los actuales campeones de la conferencia, los Orlando Magic, no han querido quedarse atrás y se hicieron con los servicios de Vince Carter. Equipazo que montan en Disneyworld si consiguen retener a Turkoglu. Serios aspirantes al anillo. Eso sí, los Magic arriesgan entregando futuro ya que envían a los Nets al rookie Courtney Lee junto a Battie y a Rafer Alston.

Además Sergio Rodriguez fue enviado a Sacramento donde tendrá que competir por un puesto con el número cuatro de este draft, el amigo Tyreke. Habrá que ver con qué oportunidades cuenta ahora el canario aunque, en una lectura rápida, todo lo que fuera un cambio de aires era positivo para él. En otro orden de cosas Claver salio elegido en el número 22 de primera ronda por Portland -casi acierto- lo que no le permitirá negociarse su contrato en el momento en el que decida dar el salto y Llull cayó hasta el 35 por los Nuggets.

jueves, 25 de junio de 2009

3PC's mock draft

Se prevee una noche movidita la de este draft. Las franquicias están a estas alturas más que activas y el baile de nombres y elecciones es constante. No obstante, aún así, aquí va el primer mock draft que realizo para el blog. Tengan por seguro que, al final, la cosa no se dará así.


miércoles, 24 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (III)

Psycho-T retará a Griffin en la NBA. Foto: playerpress.com

Tyler Hansbrough. Demasiado lento para ser un alero. Demasiado bajo para ser un ala-pivot. Pese a dominar la NCAA durante su estancia en North Carolina el futuro de Hansbrough entre los profesionales nunca se ha visto muy claro. Su físico siempre se ha visto como un handicap demasiado alto para él, una barrera que no le permitiría triunfar entre los mayores. Pero Psycho-T se ha propuesto triunfar en esto del baloncesto y ha base de tesón y entrega parece que ha ido convenciendo a las distintas franquicias para que apuesten por él. De aportar la mitad de energía que ha aportado durante su periplo universitario Hansbrough debería tener un hueco en cualquier plantilla de la NBA.

Terrence Williams. El perfecto chico para todo. Williams no es un jugador que apunte a estrella. De hecho, ni siquiera en los Cardinals ha jugado ese rol. Pero sí que es un complemento muy interesante para cualquier equipo. Capaz de realizar cualquier faceta que se le pida, versátil es la palabra que define su juego. Anota, rebotea, defiende e, incluso, puede jugar de base si las circunstancias lo requieren. Un perfecto gregario que puede ocupar cualquiera de las tres posiciones exteriores.

Brandon Jennings
. El joven base sorprendió el verano pasado cuando decidió venir a Europa para jugar entre los profesionales en vez de recalar en una universidad norteamericana. Su estancia en el viejo continente no ha sido lo satisfactoria que Jennings habría planeado lo que ha hecho que baje varias posiciones en las diferentes predicciones. El ex de la Virtus Roma es un base norteamericano prototípico. Con un gran manejo de balón, un fantástico uno contra uno y una velocidad formidable para el juego -de algunas franquicias- NBA. Es, por lo tanto, un jugador muy del corte de la mejor liga del mundo. La mayor pega, y la que le hace bajar más posiciones, es que tiende a tomar decisiones incorrectas tanto en la pista como, por lo visto tras decidir irse a Italia, fuera de ella. Además debe trabajar su tiro exterior si quiere suponer una amenaza seria para las defensas.



Austin Dave. El alero de Gonzaga estará presente en la green room debido al rechazo de otros jugadores importantes de su promoción como BJ Mullens o Eric Maynor –sin olvidar también a DeJuan Blair-. Se trata de un jugador completo. Con un lanzamiento de tres puntos digno de cualquier buen tirador y una actitud defensiva más que satisfactoria. Capaz de aportar a ambos lados de la cancha pero con una seria desventaja física. Y es que Dave puede sufrir ante los jugadores de mayor musculación que pueblan la NBA.

martes, 23 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (II)

Curry podría ser la sorpresa del draft.

Stephen Curry. El hijo de Dell Curry es, en esencia, un depredador. Un anotador insaciable capacitado para matar desde la larga distancia. Curry sorprendió a propios y a extraño al lograr en 2008 meter a su pequeño college en los Elite Eight al lograr anotaciones superiores a los 30 puntos por partido. Aquellas soberbias actuaciones le colocaron debajo de los focos y, desde entonces, el pequeño escolta no ha parado de aprovechar la situación. Y es que este año Curry ha subido sus promedios anotadores hasta lograr más de 28 puntos por noche y, además, repartir también algo más de cinco asistencias. Números fuera de órbita para cualquier jugador. El de los Wildcats, además, ha tenido que ir derribando uno por uno todos los prejuicios que pendían sobre él. Y es que ni el físico, ni el haber jugado en una universidad tan pequeña donde él era la única estrella le benefician para una elección alta. Sin embargo en los diferentes workouts ha demostrado que va en serio y ha conseguido escalar varios puestos en las diferentes predicciones.

Jordan Hill. El ala-pivot de Arizona es otro de los favorecidos por el escaso nivel de los jugadores interiores de esta promoción. Básicamente lo que Hill puede aportar desde ya a cualquier equipo es intensidad, principal característica de su juego. Esto le hace ser un buen reboteador e, incluso, un buen defensor. Pero, afortunadamente, no todo es intensidad y físico en el baloncesto. La inteligencia en pista, la visión de juego y la asimilación de los fundamentos básicos son características igual de importantes y es aquí donde Hill flaquea.

DeMar DeRozan. Sin ninguna duda hablar del jugador de Compton es hablar de su increíble físico. Alero anotador, DeRozan destacó ya en su época de instituo debido a la espectacularidad de sus jugadas. Brazos largos, potente salto y un manejo de balón más que decente hacían del jugador un caramelo más que apetecible para cualquier universidad. DeRozan eligió USC como destino para realizar su previsible one and done, tal y como hiciera OJ Mayo, y, como a él, al de Compton la jugada no le salió del todo bien. En la NCAA se han hecho patentes las carencias que DeMar arrastra en su juego. La falta de un tiro exterior fiable y una lectura del juego perspicaz son sus principales lagunas. No obstante el de los Trojans sigue siendo una apuesta interesante a corto-medio plazo y de pulirse sus pequeños fallos puede convertirse en un jugador demoledor.



John Flynn. El base de los Orangemen ha sido una de las sensaciones de la temporada. Un jugador que aúna el talento baoncestístico que se presupone a todo jugador neoyorquino con una gran actitud ganadora, algo menos común en este tipo de jugadores. Flynn es un base de corte ofensivo. De los que prefieren anotar a asistir. No obstante esto tampoco significa que no sepa dirigir el juego aunque esta sea una faceta que debe pulir. Su pequeño tamaño lo compensa con una endiablada rapidez y un gran manejo de balón por lo que puede tener ventaja sobre otros bases más grandes pero también más lentos que él. Sin duda, perfecto para el contraataque.

Gerald Henderson
. El escolta de Duke ha generado, al igual que su college, algunas dudas en estos últimos años. Se trata, en principio, de un jugador muy válido en defensa que ha ido mejorando poco a poco su aportación ofensiva, aunque todavía sigue dependiendo en exceso de contar con buenas rachas. Posee un físico apto para la NBA pero un psíquico que presenta algunas dudas sobre su rendimiento a máximo rival. Y es que a Henderson se le ha acusado en ocasiones de desaparecer en los momentos claves del partido, algo que un profesional no se puede permitir.

lunes, 22 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (I)

Griffin espera ser elegido con el número uno. Foto: TrueBall

La NBA no descansa. Cuando casi aun dura la resaca del anillo logrado por los Lakers la liga norteamericana ya está pensando en la próxima temporada. Concretamente en el acto que tradicionalmente sirve como inicio del nuevo curso, el draft.

Llega una nueva camada a la NBA. Jóvenes jugadores que buscan hacerse con un hueco y un nombre en la mejor liga del mundo. Casi todos los analistas coinciden en señalar que el de este año se trata de un draft flojo. No obstante, a buen seguro habrá algunos que, si bien quizás no lleguen a ser jugadores franquicias, sí que pueden convertirse en jugadores importantes para sus equipos. Por ello es importante poder familiarizarse pronto con sus nombres y, por lo tanto, trataré de, al menos, nombrar a los más importantes -excluyo a Ricky, que ya es conocido de sobras por aquí-. Además, como apoyo a blog, he creado un cuenta en Twitter con la que espero poder comentar los diversos rumores y noticias que pueblan la actualidad esta semana.

Blake Griffin. El ala-pivot de los Sooners es, sin duda, el nombre propio del draft. Tras su espectacular explosión en la NCAA nadie duda que será consagrado como el primero de la promoción. De hecho, es el único puesto sobre el que no planea ninguna incertidumbre. Griffin es un cuatro que aúna potencia y clase. Un carpanta del rebote, en ambas zonas, que ha mejorado sensiblemente su capacidad de anotar este año. Y es que si en su primera temporada en el baloncesto universitario Griffin presentaba una tarjeta de algo más de 14 puntos por partido, este año ha subido su registro a unos espectaculares 22 tantos por noche a los que añade algo más de 14 rebotes. Números sencillamente increíbles.



Hasheem Thabeet. Mucho se ha hablado últimamente de este gigantón de 2,22 metros y la posibilidad que posee de usurparle el número dos a Ricky Rubio. El tanzano es, quizás, el único hombre alto interesante de su promoción lo que hace que aumente sensiblemente su cotización. Y es que, en estos momentos, es altura lo único que el pivot puede aportar como factor diferencial respecto a sus compañeros. Thabeet es un taponador excelso, más de cuatro gorros por partido en sus dos últimos años en la NCAA, pero no por ello un gran defensor. Aunque su asignatura pendiente es, sin duda, su juego de ataque donde pasa bastantes problemas para superar a su defensor siendo el mate tras rebote ofensivo casi su única arma. Sin embargo un jugador de sus características físicas y coordinación, pese a que aún se encuentre algo verde, resulta siempre interesante en una liga carente de centímetros.

James Harden. El escolta de Arizona State hace de la clase su máximo aval. Harden es un jugador hábil con ambas manos, con una gran capacidad ofensiva y que no duda en pasar el balón si algún compañero se encuentra en una mejor posición que él. Por lo tanto, pese a que en esencia es un anotador, huye del estereotipo del escolta chupón. Estamos ante un gran complemento que, además, goza de gran personalidad dentro de la cancha. Su máximo pero se encuentra en el juego defensivo donde puede pasar algunos apuros ante jugadores físicamente superiores a él.

Tyreke Evans. El de los Tigers es, sin duda, el contrapunto a Harden. Se trata de un escolta al que han tratado, con más pena que gloria, adaptar al puesto de base debido, principalmente, a su físico. Jugador de gran explosividad Evans es un depredador del aro. Un anotador compulsivo que, en ocasiones, peca de amasar excesivamente la bola. Y es que el de Memphis no destaca precisamente por saber interpretar las distintas situaciones por las que transcurre un partido. Debido al gran cartel que arrastraba desde su etapa en el instituto su primer y único año en la NCAA ha resultado un poco pobre, aunque no sería de extrañar que la NBA se le diese mejor.

Jrue Holiday
. Resulta complicado definir las mayores virtudes de Holiday. El nuevo producto de UCLA es un combo guard capaz de aportar en todas las facetas del juego y, a la vez, no destacar especialmente en ninguna. Se trata, por lo tanto, de un jugador completo pero algo verde para haber realizado el célebre one and done. Físicamente, sin embargo, si que está formado para competir con los mayores. No debe pasar mayores apuros e, incluso, no sería de extrañar que en sus primeros años fuera utilizado o reconducido hacia especialista defensivo.

jueves, 18 de junio de 2009

El dificl camino de Rubio a la NBA

Ricky podría perder su condición de top-3 en el próximo draft. Foto: ESPN

Ricky Rubio es el mayor talento baloncestístico de su generación. Y si no lo es le falta muy poco. El chico de El Masnou lleva deleitándonos con su facilidad para jugar al basket desde los 14 años y todo el mundo, más o menos, es consciente de la habilidad casi innata que posee para esto. Por ello su paso de la ACB a la NBA debería ser fluido, una etapa más en su camino hacia la cumbre. Pero sin embargo no está resultando así.

Para la mayoría de páginas especializadas en la noche del draft Rubio ha bajado varios puestos para su elección y lo que parecía claro que iba a ser un número dos se ha convertido en cuestión de semanas en un posible número cuatro. Tal y como apunta el compañero Matraco en su blog (leer) algo huele raro en el futuro -inmediato- de Ricky.

Para explicar la caída del base en los diferentes mocks hay que fijarse en varios factores que hacen del genial base una pieza insegura para las franquicias norteamericanas. Y la primera razón es, sin duda, su tensa relación con el club que lo ha formado, el Joventut. La leonina cláusula de rescisión que posee el contrato de Rubio con la Penya, se habla de unos seis millones de euros, hace que su adquisición para un equipo NBA se encuentre fuera de órbita -y más en estos tiempos de crisis global-. Para tratar de presionar a su club y conseguir una rebaja el jugador decidió presentar una demanda al Joventut pero la sorpresa saltó a conocerse que este había avalado la deuda que posee con la Agencia Tributaria por lo que, incluso, no está claro en estos momentos a quién pertenecen los derechos del jugador (leer más).

Sin duda este desaguisado económico repercute de manera negativa sobre la imagen del jugador y hace que algunas franquicias se piensen la que antes parecía una decisión. No obstante, esta no es la única circunstancia responsable de la aparente devaluación del jugador. La lotería del draft no fue favorable para los intereses del joven base catalán y adjudicó los derechos sobre la elección número dos a los Memphis Grizzlies. El agente americano de Rubio, Dan Fegan, afirmó públicamente los deseos de que su cliente no jugará en Tennessee, seguramente creyendo que pasase lo que pasase tenía el número dos asegurado, cerrándose así una puerta. Mala decisión.

El feo hecho a los Grizz y la decisión del jugador de no realizar ningún workout crearon una imagen errónea del jugador en EEUU. No en vano Brandon Jennings, compañero de promoción de Rubio que ha jugado este año en Roma, llegó a calificarlo de sobrevalorado aduciendo que se trataba de puro marketing. Está claro que la opinión de Jennings por sí sola no vale un pimiento, más cuando se trata de un competidor directo, pero si que sirve si la tomamos como reflejo de la opinión que otros profesionales del mundo de la canasta se podrían haber formado sobre Ricky.

Así que, mientras que sus rivales directos tratan de convencer a los equipos NBA en los diferentes entrenamientos privados que se montan en estas fechas Rubio se ha visto obligado a viajar a EEUU para entrevistarse con algunas franquicias y así revitalizar un poco su imagen. De momento, en plena resaca del viaje, se habla de que Rubio tiene encandilados a los Kings, elección número cuatro, y Marca afirma que también tendrían el voto de favor en los Thunder (leer), que eligen en tercera posición.

Queda una semana hasta la noche del draft y en este tiempo las predicciones volverán a bailar nuevamente -salvo el número uno para Griffin- y tanto a Grizzlies como a Thunder y Kings les vendría bien un base en sus plantillas por lo que Rubio no debe permitirse más pasos en falso.

martes, 16 de junio de 2009

De Sant Boi al cielo

Pau posa con en trofeo de campeón. Foto: El Mundo Deportivo

Pese a que esta dista mucho de poder darse por finalizada, el anillo supone, sin duda, un hito y casi el cierre de una etapa en la carrera de Pau Gasol en la NBA. El culmen de una ascensión al olimpo baloncestístico. Una carrera que, en cierto modo, ha materializado el que, durante muchas décadas, fue el sueño común de varias generaciones que crecieron -crecimos- flipando con esto del basket.

Y es que hace apenas diez años, y obviando de forma consciente la experiencia de Fernando Martín, jugar en la NBA parecía poco menos que una quimera imposible de realizar. Sin embargo la globalización y las necesidades de abrir el mercado comenzó a ofrecer a los jóvenes talentos europeos la oportunidad de participar en la considerada mejor liga del mundo. Oportunidad que, aquellos pioneros, no desaprovecharon.

Pau llegó a la NBA en una de estas primeras oleadas. Tras sorprender a propios y extraños en la Copa del Rey de Madrid el de Sant Boi decía dar un paso adelante presentándose al draft. Pese a que, entonces, aquello no era algo común. Enfrentándose, incluso, a la opinión del que por entonces era su técnico en el FC Barcelona, Aíto García Reneses. Pero Gasol tenía algo especial. Era un siete pies, algo escuchimizado quizás, con una envergadura y coordinación fuera de lo común. Lo que le llevó a ser elegido en el número tres del draft, haciendo historia al ser el europeo que más alto había sido seleccionado.

En la noche del draft los recién trasladados Memphis Grizzlies se hicieron con sus servicios tras mandar al que había sido su jugador franquicia, Abdur-Rahim, a Atlanta. Vida nueva, caras nuevas debieron pensar en la ciudad de Elvis que, además, reforzaron su equipo con el entonces base estelar Jason Williams. Un equipo en reconstrucción es siempre un buen lugar donde debutar y pronto Memphis tuvo un nuevo ídolo.

Desde este lado del Atlántico sólo se podía seguir su progresión con los ojos rezumando chiribitas. Un jugador formado aquí se codeaba poco a poco con los más grandes. Máxime cuando llegó a imponerse a Kevin Garnett en un mate casi-legendario. El chico de Sant Boi no sólo estaba en la casa sino que había llegado para hacerse con los mandos de ella. Y así llego el primer partido de rookies, el ROY, los partidos de más de 20 puntos, enfrentamientos ante Michael Jordan… Un primer año que demostraba que esto no era una nueva probatina más. Que estabamos ante el tío capaz de trasladar al plano de la realidad la materia que antes sólo se podía encontrar en el de los sueños.

Memphis creció al lado de Gasol y, por primera vez en su historia, llegó a clasificarse para los Playoffs. Con Pau como jugador franquicia. Una nominación para el All Star Game (ASG) y, al final, una estancación de su progreso. Pero un golpe de suerte, o un regalo de los de Tennessee, dio con Gasol en Los Angeles Lakers. Y, de paso, convertía a la histórica franquicia en candidata al anillo por primera vez tras la marcha de Shaq. Y todo esto gracias al desembarco de Pau en Hollywood.

El resto de la historia todavía está reciente. Final perdida contra los Celtics, críticas a su juego, motivación extra del de Sant Boi y una temporada histórica con su segunda nominación para el ASG rematada por la consecución del anillo. Pau ha demostrado que en su camino las barreras sólo están para ser saltadas y que, como dicen los americanos, su límite es el cielo.

lunes, 15 de junio de 2009

Los Angeles Lakers campeones de la NBA

Phil Jackson tendrá un anillo para cada dedo. Foto: NBA.com

A estas alturas no resulta novedad transmitir que Los Angeles Lakers se han proclamado campeones de la NBA tras imponerse, con facilidad, a los Orlando Magic en el quinto partido de las Finales.

Como tampoco resulta una novedad contar que este anillo es el décimo que Phil Jackson gana como entrenador lo que le hace el técnico más galardonado de la historia superando así al histórico Red Auerbach.

Por supuesto, no hace falta que mencione que este campeonato es el primero que Kobe Bryant gana sin el amplio cobijo de Shaquille O’Neal y el que, en cierto modo, le consagra definitivamente entre los grandes del deporte de la canasta.

Aunque, sin duda, si hay algo que cualquier lector de este blog ya sabe a estas alturas es que Pau Gasol ha ganado su primera NBA. Y que lo ha hecho tras desarrollar un trabajo perfecto frenando a la estrella rival, Dwight Howard. Y que ha sido el principal estilete interior de su equipo. La pieza más importante de los Lakers tras el omnipresente Bryant. Vamos, que tiene un alto porcentaje de culpa en la consecución del anillo.

No. Nada de esto es una novedad. Como que también es cierto que por ello no deja de ser igualmente importante. Impresionante. Digno de admiración y reconocimiento. Por ello, vaya mi enhorabuena desde aquí.

El anillo en la bloggoesfera:
No es un sueño, SiempreBasket
El anillo que hizo justicia, Mis conversaciones privadas con Aíto
Donde no caben las palabras, El rincon de Pirrimarzón
Do-re-mi-fa-sol, BasquetJam
Gracias Pau, Blog céltico
Los Angeles Lakers campeones, Jugones

viernes, 12 de junio de 2009

Instinto asesino

Fisher mata a los Magic desde la línea de tres puntos -colega-. Foto: NBA.com

El instinto es algo que se tiene o no se tiene. No se puede entrenar. No se puede mejorar. Se nace y se muere con él. Y da igual en las circunstancias en las que te encuentres. Si lo tienes, saldrá a relucir.

Anoche comenzó la final de la ACB. El duelo entre Baskonia y Barcelona resultó igualado hasta el final. Lo de cules y vitorianos lleva camino de convertirse en una rivalidad histórica y el encuentro de ayer supuso una piedra más en la construcción de este enfrentamiento. Con uno abajo en el marcador el Barça disponía del último ataque para tratar de llevarse el primer partido de la eliminatoria. Ivanovic diseñó una jugada para un tiro exterior de Andersen pero la táctica no salió bien y el balón llegó a manos de Gianluca Basile, que se encontraba a más de siete metros de la canasta. El italiano, que no había anotado ninguna canasta en la partido, no se lo pensó dos veces y lanzó enchufando un triple antológico que otorgó la victoria al conjunto visitante (ver vídeo). 0-1 y el factor cancha roto a las primeras de cambio. Puro instinto.

Además, anoche también se celebró el cuatro partido de las Finales de la NBA. Los Lakers buscaban una victoria que dejara encarrilado el anillo para Bryant y compañía. Mientras, Orlando se aferraba a la posibilidad de empatar la serie y rememorar el espíritu de Florida que fundó Miami en 2006. Tras una remontada púrpura y oro abanderada por Trevor Ariza -Kobe se llevará el MVP de las finales pero sigue sin convencer, aunque ayer aprendió a doblar el balón en los momentos importantes- Los Angeles enfrentaban la última posesión del partido tres puntos abajo en el electrónico. Phil Jackson no duda y decide confiarle el último tiro a Dereck Fisher. El veterano base ha sido criticado, con fundamento, a lo largo de toda la temporada y los Playoffs. Que si está lento. Que si no toma decisiones adecuadas. Que si le gusta tirar y se olvida de pasar. Todo cierto. Todo irrebatible. Como también lo es su instinto. Fisher no defraudó y dejó en evidencia a Jameer Nelson anotando un triple que mandaba al partido a la prórroga. Pero, no contento con esto, el presidente del sindicato de jugadores redondeaba su actuación con otro triple en el tiempo extra que, prácticamente, mataba el partido y, lo que es más importante, la eliminatoria (ver vídeo). 3-1 para Lakers y tres oportunidades de cerrar el primer anillo para Pau. Puro instinto.

miércoles, 10 de junio de 2009

El bloque de Orlando consigue su primera victoria

D12 apareció en escena y logró la primera victoria de los Magic en unas Finales. Foto: NBA.com

El sentido colectivo del juego fue el factor diferencial que ha traído a los Magic hasta las Finales de la NBA. Lo que hizo que Orlando pudiera imponerse contrapronóstico a los Cavaliers de LeBron James -para mí mucho más determinante que Kobe Bryant en la actualidad-. Y fue lo que les otorgó anoche la primera victoria de la franquicia en unas Finales.

Los Magic se impusieron a los Lakers en el primer partido de la serie en el Anway Arena tras un gran partido del que podemos considerar su quinteto titular. Los cinco jugadores más importantes de Orlando en la actualidad, excluyendo a Nelson por su lesión y a Lee por su condición de novato, rodearon los 20 puntos de anotación cada uno. Un dato especialmente significativo de lo que fue el juego de los locales.

Stan Van Gundy se dejo ayer de experimentos extraños y apostó por la fórmula con la que se proclamó campeón del Este. Volvió a confiar en Lee, que respondió sacando del partido a Kobe Bryant en el tercer cuarto, se olvidó de provatinas con Redick y premió la buena temporada de Rafer Alston manteniéndolo en pista como el base titular del equipo. El de Queens respondió a la confianza de su entrenador con 20 puntos y cuatro asistencias siendo, en muchos momentos, la principal referencia local.

Además Howard apareció en escena. Qué ya era hora. 21 puntos y 12 rebotes para Superman que, por primera vez, consiguió zafarse de la trampa defensiva de Phil Jackson. Por último Lewis y Turkoglu añadieron 21 y 18 puntos respectivamente. Haciendo patente una vez más su importancia dentro del juego de los de Van Gundy.

Pero, pese al buen partido local, los Lakers no perdieron en ningún momento la cara al encuentro. El inicio del choque fue demoledor para los Magic. Los de Florida comenzaron con una acierto en el tiro descomunal, un 75% en tiros de campo que suponía el record en unas Finales de la NBA. Pero los Lakers a través de un Kobe estelar consiguieron hacer frente a la hemorragia anotadora de los de Orlando. Sin embargo, el panorama en la segunda mitad fue completamente diferente. Bryant mostró su peor cara. Sacó al chupón que lleva dentro a relucir y su equipo no levantó cabeza hasta que el 24 tuvo descanso en el banco.

Por ello, pese a los 31 puntos del escolta, no es descabellado que anoche la mejor opción ofensiva de los angelinos fue Pau Gasol. El de Sant Boi acabó con 23 puntos y lo que es más increíble: 9/11 en tiros de campo. No obstante en el debe del poste quedan los tres rebotes que capturó. Una cifra que resulta escuálida para un jugador interior como él. Y eso que no se puede negar que se fajó duro con D-Ho. Pero anoche, al menos en este sentido, el norteamericano le ganó la partida.

Tras el partido de anoche el fantasma del 4-0 se desvanece. Pero, pese al buen partido local, los Lakers sólo cayeron por dos puntos de diferencia, lo que hace que sigan siendo los máximos favoritos para llevarse el campeonato. La próxima cita, en la madrugada del jueves al viernes.

lunes, 8 de junio de 2009

Los Lakers no perdonan

Pau resultó decisivo en la victoria angelina. Foto: NBA.com

Tras una prórroga Los Angeles Lakers consiguieron poner el 2-0 en el marcador global de las Finales tras imponerse a los Magic en los momentos cruciales. El 15 a 15 que señalaba el marcador al final de primer cuarto avisaba que el de ayer iba a ser un partido extraño. De esos que se ven marcados por la tensión. Aquellos que sirven para distinguir a los niños de los hombres.

El encuentro se vio marcado nuevamente por la actuación de Van Gundy desde la banda. El técnico de los Magic volvió a erigirse como protagonista e intentó sorprender a los angelinos a base de cambios extraños en su rotación. Decidió cortar su confianza en el rookie Courney Lee, que sólo disputó siete minutos durante los tres primeros cuartos, para acabar diseñando un alley oop para él en la última posesión del tiempo reglamentario, canasta que de haber entrado hubiese dado a Orlando su primera victoria en unas Finales. Además prescindió de sus dos bases en los minutos decisivos para hacer subir la bola a Turkoglu o le ofreció un protagonismo inusual a JJ Redick, jugador que hasta ahora había cumplido una función residual en los Magic. Habrá quién piense que sorprender desde la táctica es la única manera de ganar a unos motivados y concentrados Lakers, mientras, otros, creerán que a estas alturas los experimentos es mejor hacerlos con gaseosa.

Sea como fuere lo cierto es que los Magic pudieron llevarse el partido del Staples pero fallaron a la hora de la verdad mostrando, una vez más, una cierta imagen de novatos. Y es que los Lakers no jugaron especialmente bien pero en los momentos claves sacaron su veteranía a relucir, y eso siempre es un grado. Anoche no fue el día de Bryant. Si el primer partido mostró su cara ayer le tocó a la cruz. Kobe trató de volver a ganar el partido el solo pero la defensa impuesta por los Magic consiguió frenarle. Significativa es la última posesión del último cuarto de los Lakers en la que Bryant se lanza ante los cinco defensores de Orlando y en vez de doblar el balón a un compañero desmarcado se come una chapa antológica de Hedo Turkoglu.

Pero el 24 aprendió. Decidió buscar a sus compañeros durante la prórroga y encontró en Pau Gasol a su mejor complemento. El de Sant Boi estuvo providencial y anotó siente puntos en el tiempo extra mostrándose como el hombre del partido. Antes, Pau tuvo una nueva batalla frente a Dwight Howard al que logró volver a mantener a raya -y aún habrá alguno que pretenda seguir llamándole blando-. 24 puntos y 10 rebotes fueron los números finales del 16.

En frente hay que reseñar la actuación de Rashard Lewis que volvió a justificar su sueldo una vez más. El alero se mostró intratable desde el triple y firmó unos increíbles 34 puntos, 11 rechaces y siete pases de canasta. Es un jugador tremendamente difícil de defender y por sus manos pasan las opciones de Orlando de hacer algo en estas Finales. Ahora la serie se traslada de Disneyland a Disneworld, lugar donde los chicos de Phil Jackson buscarán finiquitar la ilusión de los Magic.

viernes, 5 de junio de 2009

Kobe pone la magia en el primer partido de las Finales

La mamba negra se mostró muy motivado durante todo el encuentro. Foto: NBA.com

El mensaje es claro. Los pupilos de Jackson no quieren que se repita la situación del año pasado y desde el primer momento han decidido dar un puñetazo sobre la mesa con Kobe Bryant como brazo ejecutor. Este año todo lo que no sea conseguir el anillo sería fracasar y así se lo hicieron saber a los Magic.

Los de Stan Van Gundy fueron un juguete en manos de los angelinos. Se mostraron muy lejos de la imagen proyectada en sus eliminatorias frente a Cavs y Celtics y, en cierta forma, pagaron la novatada de debutar en unas Finales. Salieron fieles a su estilo. Con Howard como referencia interior y cuatro jugadores abiertos. Algo que no supieron rentabilizar durante los primeros minutos y que hizo titubear a su entrenador que ordenó la salida de Battie para tratar de sorprender a LA. Van Gundy también tiró de Nelson en el segundo cuarto, que llegó disputar 23 minutos en total, pero pese a que el diminuto base salió muy entonado en seguida se le vio falto de ritmo -lógicamente-.

En los locales la estrella fue Kobe. El escolta tuvo un día en los que se muestra imparable. Dinamitó el partido en el segundo cuarto y, no contento con esto, volvió a hacer estallar los restos en el tercero. Dejando atrás, al menos por un día, la clásica pájara que hace que a los Lakers se les pueda remontar partidos que tienen ganados. Bryant finalizó el encuentro con 40 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias. Además, el juego interior consiguió frenar a Dwight Howard, sólo realizó seis tiros, y consiguió mantener a raya a la pareja Lewis-Turkoglu que tantos temores habían generado.

Pero este sólo ha sido el primer partido de la serie. El domingo comienza uno nuevo que, a buen seguro, será otra historia distinta.