miércoles, 30 de diciembre de 2009

Ilgauskas, el neoespecialista

El lituano sigue siendo uno de los escuderos más fieles del Rey. Foto:cdn

Pese a la indudable factura física que posee, el baloncesto es uno de los deportes más completos que existen. No se puede concebir un buen jugador que no conjugue los tres pilares básicos del deportista, esto es: físico, técnica e intelecto. Sólo en aquellos, cada vez más extraños, casos en los que estos factores se presentan de manera equilibrada se obtiene una estrella NBA.

Generalmente, un jugador en el inicio de su carrera posee un desarrollado físico y, conforme su cuerpo se va deteriorando, va adquiriendo el intelecto que le permite sobrevivir frente a las jóvenes generaciones, que cada vez corren más rápido, saltan más alto y, en general, juegan más duro. Es por ello que cuando aparece un joven de gran claridad mental, valga el caso de Ricky como ejemplo, el mundillo de la canasta se vuelve loco de alegría.

Una de las facetas donde se puede observar la validez cerebral de un jugador llega a la hora de reciclarse. Esto es, cuando el cuerpo no acepta más batallas que se basan en la pura fuerza bruta. Es el caso del eterno pívot de los Cavaliers, Zydrunas Ilgauskas. El lituano cumplirá con esta su duodécima temporada en la mejor liga del mundo, doce años en los que sólo ha lucido el uniforme del equipo de Ohio, convirtiéndose -con el permiso de LeBron, claro- en toda una institución en los Cavs.

Pero el poste ya no está para ser el faro que guíe a los de Cleveland como años atrás, donde incluso llegó a ir convocado dos veces al All-Star Game. Así, Big Z ha aceptado la llegada de otro veterano e ilustre center, Shaquille O’Neal así como el empuje del cada vez más asentado Anderson Varejao, buscándose una nueva manera de servir al conjunto. Como respuesta a este problema, Ilgauskas ha fabricado una solución que, hasta ahora, parecía sólo reservada a jugadores de baja estatura, esto es, el pívot se ha convertido en un fiable triplista -tal y como demostró en el partido frente a los Kings o, ayer, ante los Hawks, en los que anotó la canasta definitiva tirando más allá del arco-.

Aunque esta situación no es del todo nueva. Ya el año pasado el pívot lanzó 39 triples, dos más que los que había intentado hasta entonces a lo largo de su carrera. Aunque parece que es en esta temporada cuando se ha ganado la confianza de Mike Brown como especialista desde larga distancia, que no duda en apostar al gigantón durante los minutos decisivos en una esquina -al más puro estilo Bruce Bowen-, lugar desde donde Ilgauskas no perdona.

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Baloncesto en Inglaterra? Creo que no...


Este que firma por aquí se va una temporada a vivir a Inglaterra, por lo que no sé cómo esta circustancia puede afectar al blog. Aunque, sinceramente, dudo mucho que las actualizaciones vayan a ser menos regulares de lo que son ahora, que ya me vale. Además, supongo que un desahogo escribiendo en castellano, y sobre baloncesto, no me va a venir precisamente mal.

El panorama baloncestístico en las Islas debe ser similar al que existe en Zaragoza respecto al cricket,menos mal que existe Internet... No obstante si alguno ha estado por allí, se admiten sujerencias.

PD. El vídeo no tiene nada que ver con la entrada, lo suyo hubiese sido poner una foto de Luol Deng o algo así, pero aprobecho para remarcar, una vez más, mi filiación a Allen Iverson ahora que le lloverán los palos.

Iverson abandona los Grizzlies

Iverson con los Grizzlies. Foto: ESPN.com

Allen Iverson está dispuesto a no pasar desapercibido para nadie pese al sensible bajón que ha experimentado desde el año pasado su nivel de juego. Sorprendió a propios y extraños fichando por los Grizzlies durante este verano tras su mal año en Detroit en la que parecía su última oportunidad de hacer algo en su carrera deportiva, hizo alucinar a los aficionados cuando después de su debut oficial se quejó del rol que tenía en el equipo y, ahora, con seis partidos jugados, decide tomar las de Villadiego y marcharse de ese circo andante que son la franquicia de Tennessee, al menos de momento.

AI se va aduciendo problemas personales y comunica que no sabe cuando volverá (leer). Decisión flipante cuanto menos. No porque el abandonar los Grizz sea algo ilógico, que en realidad es una decisión bastante lúcida -aunque lo cuerdo hubiese sido no haberse erolado nunca en sus filas-, sino porque hace remitir directamente a cuando el año pasado optó por borrarse de su temporada en los Pistons. Lo cierto es que esas razones personales pueden abarcar desde una decisión meramente deportiva hasta algún problema más grave, de cualquier tipo. Algo nada agradable viendo los últimos movimientos que ha realizado The Asnwer.

Nadie podrá cambiar la importancia que para el basket ha tenido el diminuto escolta desde su irrupción en la liga. Iverson marcó un antes y un después en la NBA, llenado el parqué de una estética y una manera de jugar importada directamente desde la calle. Con un apetito anotador insaciable, casi obsceno, que le hizo salvar cualquier tipo de obstáculo que se le pusiera enfrente. Jugando y doblegando una y otra vez a oponentes mucho más grandes y fuertes que él.

Su repercusión, que le brindó millones de seguidores por todo el mundo -entre los que me encuentro-, también tuvo algunas consecuencias indirectas que resultaron perjudiciales para el baloncesto norteamericano. Especialmente la proliferación de imitadores, que se quedaban únicamente en la mera estética de chico malo o en el cliché del chupón bajito, que hicieron mucho daño al basket. Meros copiadores de la forma y auténticos ignorantes del fondo. Y es que muchos le han imitado pero ninguno ha conseguido llegarle a la suela de las sus zapatillas.

Estas últimas decisiones están manchando un poco su currículum, habrá que ver si el eterno maldito se da una última oportunidad de verdad o si esto supone su adiós definitivo. ¿Esto es todo?

jueves, 5 de noviembre de 2009

Alternativas reales

Carmelo, máximo anorador de la liga, entra a canasta. Foto: NBA.com

El inicio de temporada está siendo irregular para aquellas franquicias que deben presumir de ser candidatas al anillo. La competición pone a cada uno en su sitio y se empeña en demostrar que la NBA nunca será un camino de rosas. Por ejemplo, los Lakers, que partían como máximos favoritos, ya han probado el sabor de la derrota y han tenido que sufrir hasta la prórroga para conseguir dos de las cuatro victorias que poseen en estos momentos. Nada preocupante, e incluso explicable debido a la baja de Gasol, aunque si significativo de que en deporte es mejor no dar nada por sentado.

Así, con poco más de una semana de liga regular ya sólo quedan dos equipos que pueden presumir de invictos. Boston Celtics en el Este y Denver Nuggets en el Oeste. Dos escuadras que quieren demostrar que van en serio, que son dos alternativas reales al dominio hollybudiense. Los verdes recuperaron su histórico orgullo en 2008, cuando consiguieron su título número 17. Un hecho que no hizo más que despertar la clásica hambre de títulos que siempre ha existido en Boston. Por ello, tras la lesión de Garnett que les impidió plantar batalla la temporada pasada, este año se han reforzado a conciencia.

La adquisición de Rasheed Wallace es un ejemplo de esto. El veterano pívot era uno de los refuerzos más codiciados en el mercado estival y el hecho de que se decantase por la propuesta céltica no hace sino que afirmar que desea un nuevo anillo para su vitrina. Sheed lleva un comienzo de liga hipermotivado. Durante el año pasado una de las principales desventajas de los de Massachussets era la debidilad de su segunda unidad, capaz de perder todas las rentas que conseguía su big three -big two + Rondo, mejor dicho-. Ahora, con Etiqueta Negra a la cabeza, los C’s continúan igual de competitivos durante los momentos de descanso para las estrellas, contagiando al resto del equipo de su clásica competitividad. Además, junto a él, desembarcó Marquis Daniels. Uno de esos jugadores capaces de dejarse la piel sobre el parqué si fuese preciso con tal de ayudar a su equipo.

Por si fuera poco, Danny Ainge consiguió cerrar la renovación de Rajon Rondo. El talentoso base parecía que iba a poner difícil a su equipo su retención en la plantilla, pero finalmente continuará en el conjunto del trébol cinco años a razón de 55 millones de dólares. Mientras, en el Oeste, Denver continúa demostrando que el haber llegado a la Final de Conferencia la pasada campaña no fue flor de un día. Comandados por Chauncey Billups, y con un Carmelo Anthony a ritmo de MVP (34 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias por partido) los de Colorado se muestran imparables.

Cuando los Pistons se proclamaron campeones en 2004 sorprendieron a propios y extraños. Ahora, seis años después, dos de las piezas básicas de aquel equipo, el base y el ala-pivot, luchan por volver a resquebrajar la hegemonía de la liga. Sin duda, una historia contestataria a cargo de dos de los jugadores más inconformistas. Ellos siempre han ido en serio, igual que ahora lo hacen sus equipos, por lo que no debería tomar a nadie por sorpresa.

lunes, 2 de noviembre de 2009

De Martín a Gasol

Exquisito reportaje realizado por el programa de Canal + Informe Robinson que recoge el paso de los diferentes jugadores españoles por la NBA. Una pieza que ha sido cuidada hasta el último detalle, realizada con gran mimo y que merece ser vista por todos aquellos aficionados al baloncesto. Rebosa calidad por cada uno de sus frames.





El documental ha sido cogido del espacio de Youtube del usuario ZonaJunajo (ver su canal).

viernes, 30 de octubre de 2009

Primeras impresiones

La dupla Shaq-LeBron no termina de arrancar. Foto: ESPN. com

Se suele decir que la primera impresión es la que cuenta. Yo no estoy muy de acuerdo, aunque no le quito su parte de razón. En baloncesto las primeras impresiones no suelen ser acertadas respecto al rendimiento general de un equipo, aunque sirven para especular, única acción que los analistas pueden hacer a estas alturas de la temporada. Una actividad bastante improductiva pero que, por lo menos, nos entretiene.

La temporada consta de 82 partidos para cada franquicia y, aunque todas han debutado ya, algunas sólo llevan un choque disputado. Aún así los primeros problemas, o virtudes, ya se han podido ir detectando. De hecho, si esto fuera fútbol ya habría algún medio que otro pregonando, por ejemplo, una crisis en los Cavs, que han perdido los dos encuentros que han disputado.

El equipo de Cleveland sorprendió el año pasado por su facilidad para cosechar triunfo y por el acierto de la culminación del proyectote rodear a LeBron de tiradores. Se habló de anillo, James obtuvo su MVP, pero al final los lebrones no consiguieron repetir condición de finalistas. La adquisición de Shaq este verano generó ilusión y dudas a partes iguales, aunque ahora parece que su compenetración con Ilgauskas es compleja.

Toronto fue su verdugo más sangrante ya que la derrota ante los Celtics en el partido inaugural era algo previsible. Los canadienses son una de las sorpresas más agradables de estas primeras jornadas. Los Raptors sufrieron una gran revolución este verano y volvieron a la senda del basket FIBA que tan buen resultado les había dado. Calderón, Bargnani, Turkoglu, Nesterovic y Bellineli son, junto a Bosh, las piezas claves de un proyecto que luce una gran pinta y puede volver a la postemporada tras la ausencia del año pasado.

Los que no cambian, aunque hagan grandes movimientos en su roster, son los Clippers. Con el gafe por bandera no pudieron presumir de rookie ante su vecino y perdieron su primer partido. Blake Griffin estará unos dos meses en el dique seco. Eso sí, Eric Gordon se reivindica como el escolta anotador que es de manera definitiva. Parece que el hermano pobre tiene mucho futuro en su casa a falta de ver de qué absurda manera se puede volver a echar a perder.

Denver sigue en la nube en la que se instaló desde que Chauncey Billups aterrizó en la que es su ciudad natal. Con dos victorias lideran de manera muy provisional el Oeste y parece que vuelven a ir en serio. Nadie lo toma en cuenta, pero como siga a este ritmo, ayer metió 41 puntos, Melo podría apuntar al MVP. Por último, cabe reseñar los primeros pasos de la nueva hornada de jugadores. De momento, ninguno desentona con el rol que en sus equipos, aunque a mi me gustaría destacar a uno: DeMar DeRozan. El de Compton parece seguir los pasos de su compañero de universidad OJ Mayo y se ha adaptado mejor al jugar entre los profesionales que en la NCAA, aunque todavía es muy pronto para valorar su actuación.

martes, 27 de octubre de 2009

Vuelta a la rutina, regresa la NBA

Richard Jefferson anota con su nueva camiseta, la de los Spurs. Foto: NBA.com

Bienvenidos al club que diría el malogrado y genial Andrés Montes. Esta noche echa a andar una nueva temporada de la NBA, la vida sigue y una vez más las ojeras volverán a apoderarse del rostro de los aficionados al llamado mejor baloncesto del mundo. Pese a que en un principio se presumía como el año anterior al verano del 2010, fecha para la que muchas franquicias han hecho hueco en su plantilla a la búsqueda de un agente libre que cambie su rumbo, lease LeBron James, finalmente ha quedado una competición interesante, con varios pretendientes firmes al anillo, especialmente en el Este.

Y es que ni los vigentes campeones se han estado tranquilitos durante el periodo estival. La adquisición del siempre díscolo Ron Artest por parte de los Lakers supone toda una declaración de intenciones. El equipo comandado por Kobe Bryant no pretende soltar el anillo y, un año más, partirán como favoritos desde la línea de salida. Así, todas aquellas franquicias que se quieren ver como aspirantes a algo han adquirido al menos un nombre importante para este curso.

Sorprende la revolución llevada a cabo por Orlando, vigente subcampeón y conjunto que se suponía en franca progresión. Así, los Magic se han tenido que despedir del que fuera el cerebro práctico del equipo durante el año pasado, el turco Hedo Turkoglu, que ha partido hacia la selección FIBA que se ha montado en Toronto. Su reemplazo será el ya veterano Vince Carter, que viaja a Florida en busca de su primer anillo de campeón. Además, con la llegada de jugadores como Brandon Bass, Matt Barnes o Jason Williams y la retención de Marcin Gortat el equipo Disney ven reforzado su banquillo.

Por el trono del Este pugnarán previsiblemente con los Cavaliers, que han sumado a Shaquille ONeal a su plantilla, y con los Celtics, que han añadido a Rasheed Wallace a su ya famoso Big Three. Estos últimos dependen además de la salud de Kevin Garnett, motivo por el cual no pudieron pelear por el back to back el año pasado. Tres escuadras muy fuertes pero que a penas cuentan con más competencia por el puesto de honor en las Finales. Una situación contraria a la del Oeste, donde por debajo de los Lakers se sitúan un buen pelotón de equipos dispuestos a plantar batalla. Nuggets, Blazers, Spurs, Mavericks, Jazz, Hornets, Clippers, Warriors y Suns deben pelear por Playoffs sí o sí, lo que presenta un panorama cuanto menos abierto.

Vuelve, por lo tanto, la competición de baloncesto más seguida en todo el mundo. Autentico espectáculo en su sentido más amplio.

lunes, 19 de octubre de 2009

La hora de Deron

El base que hizo olvidar a Stockton. Foto:Basketballjhon.com

Sobre gustos no hay nada escrito y es por esto que es muy difícil realizar un ranking de cualquier tipo que pueda agradar a todo el mundo por igual. No obstante, sin abandonarnos a la frialdad de los números como medio para calibrar quién es mejor o peor, al menos más de lo necesario, si que se puede llegar a un acuerdo sobre la identidad de los jugadores que actualmente dominan la liga en su posición.

Sinceramente, y quizás suponiendo más de lo recomendable, me cuesta creer que haya alguien que no crea que Deron Williams es uno de los mejores bases de la NBA actual. Una condición que, inexplicablemente, no se ha visto recompensaba con una muesca de allstar en su curriculum. No es que sea una circunstancia especialmente alarmante hasta ahora, D-Will cuenta con sólo 25 años, pero la estela de Mike Bibby esta muy reciente y urge el poder reparar este agravio antes de que sea demasiado tarde.

El principal problema que posee el playmaker de los Jazz es la gran competencia que tiene en su puesto en la dura Conferencia Oeste. Williams llegó a la competición norteamericana compartiendo promoción con Chris Paul, viéndose así sometido a una continua, dura e injusta comparación a lo largo de su carrera que ambos han soportado francamente bien. Además, los dos bases que hasta entonces dominaban la liga a su antojo, Steve Nash y Jason Kidd, comparten situación geográfica.

Junto a ellos otros ilustres entre los mejores o los más populares, dos facetas igual de importante a la hora de participar en un partido de las estrellas, también están encuadrados en el Oeste. Baron Davis, Allen Iverson, Chauncey Billups o Tony Parker son jugadores que le han tapado el hueco alguna vez. Y eso solo en el mercado de los bases puros, o casi, ya que además debe competir con guards de la talla de Kobe Bryant o Brandon Roy. Un panorama diametralmente distinto con el existente en el Este, donde jugadores como Jameer Nelson o Devin Harris han podido figurar entre los supuestos mejores.

Aun así, las excusas ya no sirven. Promediando dobles figuras en pretemporada el base forjado en Texas quiere dar el paso definitivo, consumando así el relevo generacional que muchos ven en su figura. Tras el bajón de juego de Kirilenko y la apatía de Boozer, el armador se ha hecho con el puesto de jugador franquicia del equipo mormón, ahora, en esta temporada que ahora va a comenzar, le toca reafirmar su liderazgo en la liga.

sábado, 17 de octubre de 2009

¡Jugón!


“Porque la vida puede ser maravillosa”. Estas fueron las últimas palabras de Andrés Montes en televisión. Maldita ironía, puede ser, aunque es preferible no tomarlo así. Si no como toda una declaración de intenciones. Un legado que retrata perfectamente la dimensión televisiva del hombre que acuño la palabra jugón.

Montes se ha ido generando un estrepitoso terremoto en el mundillo del baloncesto especialmente, aunque sus últimos coqueteos con el futbol -pasión de multitudes- hace que las noticias mas leídas en la edición digital del Marca estén asociadas a su desaparición, algo muy significativo - y mas en día de partido merengue-.

Y es que hay que ser especial para ser capaz de desatar pasiones alrededor de tu figura. Montes lo era y así ha quedado demostrado. Yo, como muchos, lo conocí narrando la NBA en Canal +. Probablemente, junto a Daimiel (leer su Twitter), uno de los grandes responsables de que me enganchara a este deporte. A una forma consciente de entender el show business norteamericano, el espectáculo hacia el que deriva el deporte profesional actual.

Para mi, el sexto anillo de los Bulls, uno de los momentos mas emocionantes que he vivido como espectador, tiene su voz. Sus gritos alabando a Michael Jordan. Igual que el campeonato del mundo de Japón o tantos otros hitos históricos vividos al ritmo de su característica jerga. Se ha ido un grande, y aquí, en forma de post, va mi pequeño homenaje.

Muchas gracias, Andrés.

lunes, 5 de octubre de 2009

¿Qué fue de 'aquellos maravillosos Clippers'?

Presentación de Dooling, Richardosn y Miles. Foto: ESPN.com

En los albores de esta década que está a punto de finalizar hubo un equipo que llegó a revolucionar el panorama de la liga pese a que no consiguió nunca grandes resultados. De vida corta pero fértil en lo que a espectáculo se refiere, los Clippers de la temporada 2000/01 amenazaron al establishment existente en la NBA a base juventud y juego trepidante aderezado con dejes de streetball. Probalbemtne, nunca un equipo tuvo tanta repercusión siendo, realmente, tan poco.

Talento y chulería sobre el parqué. Todo muy natural, lejos de los artificios que algunos jugadores quieren imprimir a su juego -pobre en muchos casos- para tratar de acercarse al público. Aquellos Clippers, que Montes rebautizó con el acertado mote de Al salir de clase por la juventud de sus piezas más importantes, dejaron huella entre los aficionados y, aunque se les recuerda como el germen de los mejores Clippers de la historia, los que pasaron la primera ronda de playoffs en la 2005/06, lo cierto es que en la práctica casi ninguno de ellos entraton en la postemporada con la casaca roja, blanca y azul.

El jugador franquicia de aquel equipo era Lamar Odom. Probablemente el único que ha tenido una carrera decente a sus espaldas, pese a quizás nunca llegar a ser el jugador determinante que se esperaba. Entonces, el de Queens estaba en su segundo año y promedió unos excelentes 17 puntos, cinco asistencias y casi ocho rebotes por noche, siendo estos sus mejores números como integrante del hermano pobre de LA. Al final decidió cambiar de costa en 2003 donde se asociaría con un novato Wade para llevar a los Heat a playoffs. Su última etapa le ha llevado de vuela a Los Ángeles, aunque esta vez a su lado más glamouroso, el lugar donde se ha asentado como revulsivo de calidad siendo determinante, aunque no esencial, en el anillo de este año.

Junto a él, un compañero de promoción, Corey Maggette, empezaba a dar muestras de sus credenciales como jugador. Fue el único que hizo carrera vestido de rojo estableciéndose como la gran amenaza exterior de los Clips. El alero aterrizó en California tras su campaña rookie en Orlando y aunque sólo promedió algo más de 10 puntos por noche, lo cierto es que daba la sensación de que en cualquier momento podía explotar. Un vendaval que tardó en irse, pero que tras la enésima reconstrucción acabó en los Warriors con una desigual aceptación por parte del público de Oakland.

Pero el terremoto definitivo lo provocaron la irrupción de Quentin Ricardson y Darius Miles, dos novatos prometedores que provenían de la zona de Chicago y actuaban como colegas dentro de la pista. Puro sabor a basket callejero que encajó muy bien en el vestuario angelino -no hay que olvidar que de todos los citados hasta ahora ninguno superaba en aquella época los 22 años-. Miles llegó directamente del instituto para ser la tercera elección del draft. Tildado como el nuevo Kevin Garnett, por su precocidad, el escolta nunca llegó a explotar, pareciéndose sólo a The Big Ticket en lo abultado de sus contratos. Aún así, cabe reseñar que su primer año fue especialmente prometedor. Finalmente una lesión de espalda, de la que se ha recuperado, le hizo casi colgar las botas en Portland, donde había firmado un supercontrato, aunque el año pasado consiguió volver en los Grizzlies, que no han querido contar con él para este año.

Richardson, por su parte, terminó forjándose como un especialista desde la línea de tres. Abandonó LA -como todos- camino a Phoenix, donde se convirtió en el cañonero de Steve Nash durante un par de temporadas. Sin embargo, finalmente fue a recaer a los New York Knicks, donde practicó el deporte principal de aquel vestuario: dejarse llevar. Este verano fue noticia por verse involucrado en cuatro traspasos diferentes. Unos movimientos que, de momento, le han dejado como nuevo jugador de los Heat.

Junto a estos cuatro puntales, la franquicia también integró ese año a Keyon Dooling, que llegó en la operación de Maggette. El base ha establecido una sólida carrera como jugador de rotación, pero nunca ha destacado sobre el resto. El equipo de jóvenes lo redondeaba el infame Michael Olowokandi, número uno del draft de 1998 y uno de los mayores blufs de la histori de la NBA.

Un conjunto que consiguió 31 victorias y 51 derrotas. Un balance bastante alejado de la postemporada pero que no resultó óbice para poner a los Clippers en el mapa. Por fin, la franquicia maldita comenzó a ver la luz y consiguió que el público se enganchara a su -efímero- espectáculo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ha vuelto


Y ya sabemos que ha estado haciendo durante este año en el paro: tatuarse.

Yo espero poder volver pronto, cuando arregle unos problemillas que tengo con el teclado.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Jordan ingresa en el Hall of fame

Jordan se emocionó al inicio de su alocuación. Foto: ESPN

Visiblemente emocionado. Rodeado de familiares, amigos, compañeros y rivales. El mejor jugador de la historia ingresó ayer en el salón de la fama del baloncesto. Su inclusión no era una más. Merecida, como todas, daba la sensación de que para él haría falta una categoría especial con la que poder agradecerle todo lo que ha ofrecido al baloncesto.

Ver el discurso de agradecimiento (aquí)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Iverson elige Memphis


Iverson traslada su show a los deprimidos Grizzlies. Foto: NBA.com

Durante la pasada campaña Allen Iverson declaró que, pese a su mala campaña en Detroit, se sentía feliz ya que, por primera vez en su carrera, iba a poder ser el dueño de su destino y, tuviese las consecuencias que tuviese, la decisión sería suya y sólo suya. Finalmente, y demorándose mucho en el tiempo, The Answer se ha pronunciado y jugará una temporada en los Grizzlies (leer).

Mucho se ha especulado sobre los criterios que seguiría AI para elegir una u otra opción de las que disponía. Unos esperaban que se decantase por un equipo en el que pudiese optar a un anillo. Otros, quizás más encaminados, esperaban que el genial escolta decidiese en base a su futuro monetario. Finalmente, la decisión definitiva no parece ser muy acorde ni con unos ni con otros. Y es que, por lo que ha trascendido, Iverson ha firmado por un año con Memphis, por el que percibirá 3,5 millones de dólares. Desde luego no es una franquicia ganadora. Ni un gran mercado. Pero tampoco se trata de un contrato con el que poder jubilarse, sobre todo por la mínima duración. Da la sensación de que el que jugador que lideró el mítico draft de 1996 se ha quedado algo colgado, sin muchas más opciones.

Memphis, por su parte, aumenta su ya característico caos táctico, pero recibe, por fin, un primer espada de la liga, que acepta de manera voluntaria ir a jugar a Tennessee. Sin duda ver jugar juntos a Iverson, Mayo y Gay va a resultar tan curioso para el espectador como desesperante para Marc Gasol. Muy buenas individualidades pero, a priori, poco concepto colectivo del baloncesto. Y, por si fuera poco, a esta suma hay que agregarle a Zach Randolph. Mucho gallo para un corral tan pequeño.

miércoles, 19 de agosto de 2009

No se es el más grande por casualidad



46 años y con ropa de calle. Da igual. No se ha sido -o se sigue siendo, como se quiera ver- el más grande sólo por casualidad. Este vídeo demuestra hasta que punto Michael Jordan tenía asimilado su famoso fadeaway. Además de una capacidad innata para el baloncesto, hace falta una ética de trabajo rigurosa para poder llegar al máximo escalón. Por eso muchos lo han intentado, pero ninguno ha llegado a su nivel -vale, puedo aceptar que Kobe se asemeja, pero no es lo mismo-. Quizás los Bobcats agradecerían que dejase de hacer probatinas en los despachos y se bajase a la pista a enchufar unos cuantos tiritos.

martes, 11 de agosto de 2009

Nuevo uniforme para Charlotte

Gerald Henderson, elección número 12 de este draft, con la nueva camiseta

Con la marcha del que fuera elegido rookie del año en 2005, Emeka Okafor, a cambio de Tyson Chandler, sólo queda un Bobcat original en la franquicia de North Carolina, Gerald Wallace. Jugador que, según todo parece indicar, pronto o temprano terminará por abandonar el vestuario que dirige con mano firme el veterano Larry Brown.

En esta lenta evolución de la franquicia, que aún no conoce el aroma que pose una postemporada, ahora, parece ser, le toca cambiar a la imagen del equipo. Tal y como ocurre con los Sixers, los Bobcats lucirán nuevos uniformes durante la próxima temporada 09/10, aunque, por lo nuevo de la franquicia, en esta ocasión no se trata de un revisionado de su estilo clásico.

Pese a lo poco que se ha podido ver hasta ahora por la red, no hay nada oficial todavía, el equipo que arma desde los despachos Michael Jordan apuesta por el uso de finas listas en su camiseta, muy en la línea -demasiado, quizás-, del uniforme que utilizan en este momento los Magic, se parecen, incluso, en la tipografía. Además, en esta ocasión, el azul grisáceo que hasta ahora era el segundo color de la franquicia toma protagonismo en detrimento del naranja, que sin embargo no termina de desaparecer.

Habrá que estar atentos a la aparición de nuevas imágenes, ya que las que hasta ahora circulan por la red son de baja calidad, probablemente robadas durante el rookie photoshot day, en el que los novatos de la liga presentan sus nuevos monos de trabajo a los medios y aficionados.

lunes, 10 de agosto de 2009

Nueva imagen de los Sixers

Nuevo rumbo, nueva imagen. Desde la marcha de Allen Iverson, la franquicia de Philadelphia pedía a gritos un cambio en su imagen. Algo que alejara el recuerdo de The Answer definitivamente de la ciudad del amor fraternal y escenificara así la nueva etapa que se abría ante los aficionados de los Sixers. Finalmente, el rumbo elegido por la franquicia ha sido una vuelta a los colores clásicos del equipo. El rojo, el blanco y el azul, los tonos de la bandera estadounidense. El resultado es estéticamente bonito, aunque quizás recuerde demasiado al look que lucen en L.A. los Clippers.

martes, 28 de julio de 2009

Sean May trata de resurgir en Sacramento

Sean May en los gloriosos días de universidad

El ex de los Tar Heels es una de esas rara avis que intentan sobrevivir en la actual NBA a base de clase. Un jugador cargado de talento pero cuyo físico juega en contra de su intención de hacer una carrera larga y próspera en la mejor liga del mundo. En un entorno plagado de bestias físicas, May trata de ser la excepción que confirma la regla. Él que demuestre que el baloncesto sigue siendo un deporte en el que la técnica y el talento prima sobre las capacidades atléticas.

En su etapa colegial, May se convirtió por propio derecho en uno de los ídolos de Chapel Hill. En su último año, el ala-pivot promedió más de 17 puntos y 10 rebotes por noche, consiguiendo además el título nacional para North Carolina. Por ello, su salto al baloncesto profesional no podía ser más prometedor. Aún así, debido siempre a su físico, cayó hasta la elección número 13 de su generación en un extraño draft que comandó Andrew Bogut y en el que llegaron a la liga los bases Chris Paul y Deron Williams.

Charlotte fue su destino. Ciudad que también eligió a Raymond Felton, el base de aquellos Tar Heels campeones, en el número cinco. Todo quedaba en casa, puesto que si en algún sitio sabían de la valía de May, ese era North Carolina. Pero su tendencia a engordar le jugó una mala pasada. 23 partidos en la primera temporada, 35 en la segunda y ninguno en la tercera fueron lo que el ala-pivot pudo disputar. Varias lesiones en las rodillas frenaron lo que parecía una carrera del All-Star hasta que, ni si quiera en su casa deportiva, se confiaba en él.

Por si fuera poco, en su última temporada en Charlotte volvió a resentirse de sus viejas molestias llegando a disputar únicamente 24 partidos. En total, 82 partidos, es decir una temporada regular, en cuatro años. Escaso bagaje para que un jugador cualquiera pudiese tener alguna oportunidad más. Pero el legado de May -mostrado a cuentagotas, eso sí- es difícil de borrar por lo que, contra todo pronóstico, ha conseguido una nueva -y probablemente última- oportunidad. En Sacramento, franquicia inmersa en una brutal reconstrucción, han decidido que, puesto que no tienen mucho que perder, es un buen momento para tratar de recuperar al orondo ala-pivot para el baloncesto.



Así, lo Kings le han firmado por un año el contrato mínimo que se puede ofrecer a jugador de la experiencia de Sean en la liga. Una confianza que el de Indiana ha tratado de recompensar bajando varias tallas de su próximo uniforme violeta. Sabedor de que el físico se puede perder, pero el talento, si se tiene, perdura.

lunes, 20 de julio de 2009

Quentin Richardson, moneda de cambio

¿Será Minnesota su destino final?

Lo del otrora genial escolta de los Clippers, Quentin Richardson, esta pretemporada está siendo de traca. El jugador, que ha bajado sensiblemente sus prestaciones durante su estancia en la Gran Manzana, ha sido la moneda de cambio de tres traspasos distintos en apenas un mes, siendo enviado en el último de ellos a Minnesota, a la reconstrucción post-McHale.

Richardson finalizó la pasada temporada en la voluble plantilla de los Knicks. Un equipo que desde la llegada de D’Antoni, bueno, quizás ya antes, siempre está predispuesto a un intercambio de jugadores, máxime si estos finalizan contrato en el famoso verano de 2010. Fue enviado a Memphis a cambio del contrato, se supone -ya que el jugador mucho no parece que pueda aportar-, de Darko Milicic. Así, Q-Rich llegaba a la franquicia que vio a su ex socio en los días de vino y rosas, Darius Miles, renacer para el baloncesto. Quizás, pese a la mala fama, no fuera un mal sitio para él.

Pero al poco tiempo la franquicia de Tennessee lo envió de vuelta a los Clippers, el equipo que lo eligió en el draft del 2000. Una vuelta al equipo en el que había exhibido su mejor baoncesto. A una cancha conocida y a una afición que, a buen seguro, aún recordaría que él sabía jugar al baloncesto más que bien. Quizás, pese a la mala suerte que tradicionalmente persigue a los Clipps, no fuera un mal sitio para él.

Todo parecía cuadrar. Aquello era una buena forma de cerrar el círculo. Un buen momento para establecer algo de estabilidad en la vida deportiva del escolta. Pero nada más lejos de la realidad. Su ex equipo le ha enviado a la fría Minnesota a cambio de Sebastian Telfair, Mark Madsen y Craigh Smith (leer). Un sitio completamente nuevo para él. Una franquicia en plena reestructuración en la que deberá respetar el protagonismo que las jóvenes promesas de los Wolves van a demandar para ellas. ¿Un buen sitio para él? Pues… quizás.

domingo, 28 de junio de 2009

Nuevo anuncio del Joventut

¿Oportunismo publicitario o pequeña pulla?


viernes, 26 de junio de 2009

Resaca del draft

En el número uno no hubo sorpresas y Griffin fue seleccionado por los Clippers. Foto: ESPN

Noche extraña la de este draft. Algunas sorpresas en las elecciones, lo lógico, y algunos intercambios de estrellas NBA, o lo que hace relativamente poco eran estrellas, algo menos corriente. Del mock que publiqué ayer no hay mucho que comentar, un escalofriante 3/30 en aciertos lo dice todo. Aunque, en mi defensa, diré que más o menos acerté por donde iban los tiros y que salvo lo de Tyreke Evans -y lo de Ricky- no me he pegado ningún talegazo importante. No está mal para empezar -al menos es lo que me voy a creer-.

La elección de Ricky Rubio en el número cinco se puede catalogar de descalabro perfectamente. No porque el número en sí sea malo, ni porque el proyecto de la franquicia pinte mal, sino por el autobombo y las maneras con las que “el entorno” -ese ente malvado que hace parecer a Ricky un prepotente- decidió afrontar la situación. Se esperaba que Rubio fuera un top-3 en cualquier circunstancia. De hecho, el de El Masnou acudía a esta cita por creerse que se trataba de una generación de perfil bajo, algo que le favorecería en su empresa de ser elegido como número dos. Por eso el que se oiga ahora al padre de la criatura hablar de una posible vuelta a Europa durante una o dos temporadas más (leer) suena a fracaso.

Del resto de la noche destacan los traspasos. Dos en concreto. El primero de ellos lleva a Shaquille O’Neal a jugar junto a LeBron James en Cleveland. La última ofensiva de los de Ohio para tratar de darle un anillo a su hijo predilecto. Además llega a cambio de nada ya que Ben Wallace, que podría retirarse, y Sasha Pavlovic, que no jugaba nada desde que se renovó el contrato, son los que saldrán de los Cavs. Shaq vuelve al Este, con 37 años, sí, pero después de hacer una temporada que le valió para entrar en el tercer mejor quinteto de la liga -y con todo merecimiento-.

Visto este movimiento los actuales campeones de la conferencia, los Orlando Magic, no han querido quedarse atrás y se hicieron con los servicios de Vince Carter. Equipazo que montan en Disneyworld si consiguen retener a Turkoglu. Serios aspirantes al anillo. Eso sí, los Magic arriesgan entregando futuro ya que envían a los Nets al rookie Courtney Lee junto a Battie y a Rafer Alston.

Además Sergio Rodriguez fue enviado a Sacramento donde tendrá que competir por un puesto con el número cuatro de este draft, el amigo Tyreke. Habrá que ver con qué oportunidades cuenta ahora el canario aunque, en una lectura rápida, todo lo que fuera un cambio de aires era positivo para él. En otro orden de cosas Claver salio elegido en el número 22 de primera ronda por Portland -casi acierto- lo que no le permitirá negociarse su contrato en el momento en el que decida dar el salto y Llull cayó hasta el 35 por los Nuggets.

jueves, 25 de junio de 2009

3PC's mock draft

Se prevee una noche movidita la de este draft. Las franquicias están a estas alturas más que activas y el baile de nombres y elecciones es constante. No obstante, aún así, aquí va el primer mock draft que realizo para el blog. Tengan por seguro que, al final, la cosa no se dará así.


miércoles, 24 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (III)

Psycho-T retará a Griffin en la NBA. Foto: playerpress.com

Tyler Hansbrough. Demasiado lento para ser un alero. Demasiado bajo para ser un ala-pivot. Pese a dominar la NCAA durante su estancia en North Carolina el futuro de Hansbrough entre los profesionales nunca se ha visto muy claro. Su físico siempre se ha visto como un handicap demasiado alto para él, una barrera que no le permitiría triunfar entre los mayores. Pero Psycho-T se ha propuesto triunfar en esto del baloncesto y ha base de tesón y entrega parece que ha ido convenciendo a las distintas franquicias para que apuesten por él. De aportar la mitad de energía que ha aportado durante su periplo universitario Hansbrough debería tener un hueco en cualquier plantilla de la NBA.

Terrence Williams. El perfecto chico para todo. Williams no es un jugador que apunte a estrella. De hecho, ni siquiera en los Cardinals ha jugado ese rol. Pero sí que es un complemento muy interesante para cualquier equipo. Capaz de realizar cualquier faceta que se le pida, versátil es la palabra que define su juego. Anota, rebotea, defiende e, incluso, puede jugar de base si las circunstancias lo requieren. Un perfecto gregario que puede ocupar cualquiera de las tres posiciones exteriores.

Brandon Jennings
. El joven base sorprendió el verano pasado cuando decidió venir a Europa para jugar entre los profesionales en vez de recalar en una universidad norteamericana. Su estancia en el viejo continente no ha sido lo satisfactoria que Jennings habría planeado lo que ha hecho que baje varias posiciones en las diferentes predicciones. El ex de la Virtus Roma es un base norteamericano prototípico. Con un gran manejo de balón, un fantástico uno contra uno y una velocidad formidable para el juego -de algunas franquicias- NBA. Es, por lo tanto, un jugador muy del corte de la mejor liga del mundo. La mayor pega, y la que le hace bajar más posiciones, es que tiende a tomar decisiones incorrectas tanto en la pista como, por lo visto tras decidir irse a Italia, fuera de ella. Además debe trabajar su tiro exterior si quiere suponer una amenaza seria para las defensas.



Austin Dave. El alero de Gonzaga estará presente en la green room debido al rechazo de otros jugadores importantes de su promoción como BJ Mullens o Eric Maynor –sin olvidar también a DeJuan Blair-. Se trata de un jugador completo. Con un lanzamiento de tres puntos digno de cualquier buen tirador y una actitud defensiva más que satisfactoria. Capaz de aportar a ambos lados de la cancha pero con una seria desventaja física. Y es que Dave puede sufrir ante los jugadores de mayor musculación que pueblan la NBA.

martes, 23 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (II)

Curry podría ser la sorpresa del draft.

Stephen Curry. El hijo de Dell Curry es, en esencia, un depredador. Un anotador insaciable capacitado para matar desde la larga distancia. Curry sorprendió a propios y a extraño al lograr en 2008 meter a su pequeño college en los Elite Eight al lograr anotaciones superiores a los 30 puntos por partido. Aquellas soberbias actuaciones le colocaron debajo de los focos y, desde entonces, el pequeño escolta no ha parado de aprovechar la situación. Y es que este año Curry ha subido sus promedios anotadores hasta lograr más de 28 puntos por noche y, además, repartir también algo más de cinco asistencias. Números fuera de órbita para cualquier jugador. El de los Wildcats, además, ha tenido que ir derribando uno por uno todos los prejuicios que pendían sobre él. Y es que ni el físico, ni el haber jugado en una universidad tan pequeña donde él era la única estrella le benefician para una elección alta. Sin embargo en los diferentes workouts ha demostrado que va en serio y ha conseguido escalar varios puestos en las diferentes predicciones.

Jordan Hill. El ala-pivot de Arizona es otro de los favorecidos por el escaso nivel de los jugadores interiores de esta promoción. Básicamente lo que Hill puede aportar desde ya a cualquier equipo es intensidad, principal característica de su juego. Esto le hace ser un buen reboteador e, incluso, un buen defensor. Pero, afortunadamente, no todo es intensidad y físico en el baloncesto. La inteligencia en pista, la visión de juego y la asimilación de los fundamentos básicos son características igual de importantes y es aquí donde Hill flaquea.

DeMar DeRozan. Sin ninguna duda hablar del jugador de Compton es hablar de su increíble físico. Alero anotador, DeRozan destacó ya en su época de instituo debido a la espectacularidad de sus jugadas. Brazos largos, potente salto y un manejo de balón más que decente hacían del jugador un caramelo más que apetecible para cualquier universidad. DeRozan eligió USC como destino para realizar su previsible one and done, tal y como hiciera OJ Mayo, y, como a él, al de Compton la jugada no le salió del todo bien. En la NCAA se han hecho patentes las carencias que DeMar arrastra en su juego. La falta de un tiro exterior fiable y una lectura del juego perspicaz son sus principales lagunas. No obstante el de los Trojans sigue siendo una apuesta interesante a corto-medio plazo y de pulirse sus pequeños fallos puede convertirse en un jugador demoledor.



John Flynn. El base de los Orangemen ha sido una de las sensaciones de la temporada. Un jugador que aúna el talento baoncestístico que se presupone a todo jugador neoyorquino con una gran actitud ganadora, algo menos común en este tipo de jugadores. Flynn es un base de corte ofensivo. De los que prefieren anotar a asistir. No obstante esto tampoco significa que no sepa dirigir el juego aunque esta sea una faceta que debe pulir. Su pequeño tamaño lo compensa con una endiablada rapidez y un gran manejo de balón por lo que puede tener ventaja sobre otros bases más grandes pero también más lentos que él. Sin duda, perfecto para el contraataque.

Gerald Henderson
. El escolta de Duke ha generado, al igual que su college, algunas dudas en estos últimos años. Se trata, en principio, de un jugador muy válido en defensa que ha ido mejorando poco a poco su aportación ofensiva, aunque todavía sigue dependiendo en exceso de contar con buenas rachas. Posee un físico apto para la NBA pero un psíquico que presenta algunas dudas sobre su rendimiento a máximo rival. Y es que a Henderson se le ha acusado en ocasiones de desaparecer en los momentos claves del partido, algo que un profesional no se puede permitir.

lunes, 22 de junio de 2009

Draft 2009: protagonistas (I)

Griffin espera ser elegido con el número uno. Foto: TrueBall

La NBA no descansa. Cuando casi aun dura la resaca del anillo logrado por los Lakers la liga norteamericana ya está pensando en la próxima temporada. Concretamente en el acto que tradicionalmente sirve como inicio del nuevo curso, el draft.

Llega una nueva camada a la NBA. Jóvenes jugadores que buscan hacerse con un hueco y un nombre en la mejor liga del mundo. Casi todos los analistas coinciden en señalar que el de este año se trata de un draft flojo. No obstante, a buen seguro habrá algunos que, si bien quizás no lleguen a ser jugadores franquicias, sí que pueden convertirse en jugadores importantes para sus equipos. Por ello es importante poder familiarizarse pronto con sus nombres y, por lo tanto, trataré de, al menos, nombrar a los más importantes -excluyo a Ricky, que ya es conocido de sobras por aquí-. Además, como apoyo a blog, he creado un cuenta en Twitter con la que espero poder comentar los diversos rumores y noticias que pueblan la actualidad esta semana.

Blake Griffin. El ala-pivot de los Sooners es, sin duda, el nombre propio del draft. Tras su espectacular explosión en la NCAA nadie duda que será consagrado como el primero de la promoción. De hecho, es el único puesto sobre el que no planea ninguna incertidumbre. Griffin es un cuatro que aúna potencia y clase. Un carpanta del rebote, en ambas zonas, que ha mejorado sensiblemente su capacidad de anotar este año. Y es que si en su primera temporada en el baloncesto universitario Griffin presentaba una tarjeta de algo más de 14 puntos por partido, este año ha subido su registro a unos espectaculares 22 tantos por noche a los que añade algo más de 14 rebotes. Números sencillamente increíbles.



Hasheem Thabeet. Mucho se ha hablado últimamente de este gigantón de 2,22 metros y la posibilidad que posee de usurparle el número dos a Ricky Rubio. El tanzano es, quizás, el único hombre alto interesante de su promoción lo que hace que aumente sensiblemente su cotización. Y es que, en estos momentos, es altura lo único que el pivot puede aportar como factor diferencial respecto a sus compañeros. Thabeet es un taponador excelso, más de cuatro gorros por partido en sus dos últimos años en la NCAA, pero no por ello un gran defensor. Aunque su asignatura pendiente es, sin duda, su juego de ataque donde pasa bastantes problemas para superar a su defensor siendo el mate tras rebote ofensivo casi su única arma. Sin embargo un jugador de sus características físicas y coordinación, pese a que aún se encuentre algo verde, resulta siempre interesante en una liga carente de centímetros.

James Harden. El escolta de Arizona State hace de la clase su máximo aval. Harden es un jugador hábil con ambas manos, con una gran capacidad ofensiva y que no duda en pasar el balón si algún compañero se encuentra en una mejor posición que él. Por lo tanto, pese a que en esencia es un anotador, huye del estereotipo del escolta chupón. Estamos ante un gran complemento que, además, goza de gran personalidad dentro de la cancha. Su máximo pero se encuentra en el juego defensivo donde puede pasar algunos apuros ante jugadores físicamente superiores a él.

Tyreke Evans. El de los Tigers es, sin duda, el contrapunto a Harden. Se trata de un escolta al que han tratado, con más pena que gloria, adaptar al puesto de base debido, principalmente, a su físico. Jugador de gran explosividad Evans es un depredador del aro. Un anotador compulsivo que, en ocasiones, peca de amasar excesivamente la bola. Y es que el de Memphis no destaca precisamente por saber interpretar las distintas situaciones por las que transcurre un partido. Debido al gran cartel que arrastraba desde su etapa en el instituto su primer y único año en la NCAA ha resultado un poco pobre, aunque no sería de extrañar que la NBA se le diese mejor.

Jrue Holiday
. Resulta complicado definir las mayores virtudes de Holiday. El nuevo producto de UCLA es un combo guard capaz de aportar en todas las facetas del juego y, a la vez, no destacar especialmente en ninguna. Se trata, por lo tanto, de un jugador completo pero algo verde para haber realizado el célebre one and done. Físicamente, sin embargo, si que está formado para competir con los mayores. No debe pasar mayores apuros e, incluso, no sería de extrañar que en sus primeros años fuera utilizado o reconducido hacia especialista defensivo.

jueves, 18 de junio de 2009

El dificl camino de Rubio a la NBA

Ricky podría perder su condición de top-3 en el próximo draft. Foto: ESPN

Ricky Rubio es el mayor talento baloncestístico de su generación. Y si no lo es le falta muy poco. El chico de El Masnou lleva deleitándonos con su facilidad para jugar al basket desde los 14 años y todo el mundo, más o menos, es consciente de la habilidad casi innata que posee para esto. Por ello su paso de la ACB a la NBA debería ser fluido, una etapa más en su camino hacia la cumbre. Pero sin embargo no está resultando así.

Para la mayoría de páginas especializadas en la noche del draft Rubio ha bajado varios puestos para su elección y lo que parecía claro que iba a ser un número dos se ha convertido en cuestión de semanas en un posible número cuatro. Tal y como apunta el compañero Matraco en su blog (leer) algo huele raro en el futuro -inmediato- de Ricky.

Para explicar la caída del base en los diferentes mocks hay que fijarse en varios factores que hacen del genial base una pieza insegura para las franquicias norteamericanas. Y la primera razón es, sin duda, su tensa relación con el club que lo ha formado, el Joventut. La leonina cláusula de rescisión que posee el contrato de Rubio con la Penya, se habla de unos seis millones de euros, hace que su adquisición para un equipo NBA se encuentre fuera de órbita -y más en estos tiempos de crisis global-. Para tratar de presionar a su club y conseguir una rebaja el jugador decidió presentar una demanda al Joventut pero la sorpresa saltó a conocerse que este había avalado la deuda que posee con la Agencia Tributaria por lo que, incluso, no está claro en estos momentos a quién pertenecen los derechos del jugador (leer más).

Sin duda este desaguisado económico repercute de manera negativa sobre la imagen del jugador y hace que algunas franquicias se piensen la que antes parecía una decisión. No obstante, esta no es la única circunstancia responsable de la aparente devaluación del jugador. La lotería del draft no fue favorable para los intereses del joven base catalán y adjudicó los derechos sobre la elección número dos a los Memphis Grizzlies. El agente americano de Rubio, Dan Fegan, afirmó públicamente los deseos de que su cliente no jugará en Tennessee, seguramente creyendo que pasase lo que pasase tenía el número dos asegurado, cerrándose así una puerta. Mala decisión.

El feo hecho a los Grizz y la decisión del jugador de no realizar ningún workout crearon una imagen errónea del jugador en EEUU. No en vano Brandon Jennings, compañero de promoción de Rubio que ha jugado este año en Roma, llegó a calificarlo de sobrevalorado aduciendo que se trataba de puro marketing. Está claro que la opinión de Jennings por sí sola no vale un pimiento, más cuando se trata de un competidor directo, pero si que sirve si la tomamos como reflejo de la opinión que otros profesionales del mundo de la canasta se podrían haber formado sobre Ricky.

Así que, mientras que sus rivales directos tratan de convencer a los equipos NBA en los diferentes entrenamientos privados que se montan en estas fechas Rubio se ha visto obligado a viajar a EEUU para entrevistarse con algunas franquicias y así revitalizar un poco su imagen. De momento, en plena resaca del viaje, se habla de que Rubio tiene encandilados a los Kings, elección número cuatro, y Marca afirma que también tendrían el voto de favor en los Thunder (leer), que eligen en tercera posición.

Queda una semana hasta la noche del draft y en este tiempo las predicciones volverán a bailar nuevamente -salvo el número uno para Griffin- y tanto a Grizzlies como a Thunder y Kings les vendría bien un base en sus plantillas por lo que Rubio no debe permitirse más pasos en falso.

martes, 16 de junio de 2009

De Sant Boi al cielo

Pau posa con en trofeo de campeón. Foto: El Mundo Deportivo

Pese a que esta dista mucho de poder darse por finalizada, el anillo supone, sin duda, un hito y casi el cierre de una etapa en la carrera de Pau Gasol en la NBA. El culmen de una ascensión al olimpo baloncestístico. Una carrera que, en cierto modo, ha materializado el que, durante muchas décadas, fue el sueño común de varias generaciones que crecieron -crecimos- flipando con esto del basket.

Y es que hace apenas diez años, y obviando de forma consciente la experiencia de Fernando Martín, jugar en la NBA parecía poco menos que una quimera imposible de realizar. Sin embargo la globalización y las necesidades de abrir el mercado comenzó a ofrecer a los jóvenes talentos europeos la oportunidad de participar en la considerada mejor liga del mundo. Oportunidad que, aquellos pioneros, no desaprovecharon.

Pau llegó a la NBA en una de estas primeras oleadas. Tras sorprender a propios y extraños en la Copa del Rey de Madrid el de Sant Boi decía dar un paso adelante presentándose al draft. Pese a que, entonces, aquello no era algo común. Enfrentándose, incluso, a la opinión del que por entonces era su técnico en el FC Barcelona, Aíto García Reneses. Pero Gasol tenía algo especial. Era un siete pies, algo escuchimizado quizás, con una envergadura y coordinación fuera de lo común. Lo que le llevó a ser elegido en el número tres del draft, haciendo historia al ser el europeo que más alto había sido seleccionado.

En la noche del draft los recién trasladados Memphis Grizzlies se hicieron con sus servicios tras mandar al que había sido su jugador franquicia, Abdur-Rahim, a Atlanta. Vida nueva, caras nuevas debieron pensar en la ciudad de Elvis que, además, reforzaron su equipo con el entonces base estelar Jason Williams. Un equipo en reconstrucción es siempre un buen lugar donde debutar y pronto Memphis tuvo un nuevo ídolo.

Desde este lado del Atlántico sólo se podía seguir su progresión con los ojos rezumando chiribitas. Un jugador formado aquí se codeaba poco a poco con los más grandes. Máxime cuando llegó a imponerse a Kevin Garnett en un mate casi-legendario. El chico de Sant Boi no sólo estaba en la casa sino que había llegado para hacerse con los mandos de ella. Y así llego el primer partido de rookies, el ROY, los partidos de más de 20 puntos, enfrentamientos ante Michael Jordan… Un primer año que demostraba que esto no era una nueva probatina más. Que estabamos ante el tío capaz de trasladar al plano de la realidad la materia que antes sólo se podía encontrar en el de los sueños.

Memphis creció al lado de Gasol y, por primera vez en su historia, llegó a clasificarse para los Playoffs. Con Pau como jugador franquicia. Una nominación para el All Star Game (ASG) y, al final, una estancación de su progreso. Pero un golpe de suerte, o un regalo de los de Tennessee, dio con Gasol en Los Angeles Lakers. Y, de paso, convertía a la histórica franquicia en candidata al anillo por primera vez tras la marcha de Shaq. Y todo esto gracias al desembarco de Pau en Hollywood.

El resto de la historia todavía está reciente. Final perdida contra los Celtics, críticas a su juego, motivación extra del de Sant Boi y una temporada histórica con su segunda nominación para el ASG rematada por la consecución del anillo. Pau ha demostrado que en su camino las barreras sólo están para ser saltadas y que, como dicen los americanos, su límite es el cielo.

lunes, 15 de junio de 2009

Los Angeles Lakers campeones de la NBA

Phil Jackson tendrá un anillo para cada dedo. Foto: NBA.com

A estas alturas no resulta novedad transmitir que Los Angeles Lakers se han proclamado campeones de la NBA tras imponerse, con facilidad, a los Orlando Magic en el quinto partido de las Finales.

Como tampoco resulta una novedad contar que este anillo es el décimo que Phil Jackson gana como entrenador lo que le hace el técnico más galardonado de la historia superando así al histórico Red Auerbach.

Por supuesto, no hace falta que mencione que este campeonato es el primero que Kobe Bryant gana sin el amplio cobijo de Shaquille O’Neal y el que, en cierto modo, le consagra definitivamente entre los grandes del deporte de la canasta.

Aunque, sin duda, si hay algo que cualquier lector de este blog ya sabe a estas alturas es que Pau Gasol ha ganado su primera NBA. Y que lo ha hecho tras desarrollar un trabajo perfecto frenando a la estrella rival, Dwight Howard. Y que ha sido el principal estilete interior de su equipo. La pieza más importante de los Lakers tras el omnipresente Bryant. Vamos, que tiene un alto porcentaje de culpa en la consecución del anillo.

No. Nada de esto es una novedad. Como que también es cierto que por ello no deja de ser igualmente importante. Impresionante. Digno de admiración y reconocimiento. Por ello, vaya mi enhorabuena desde aquí.

El anillo en la bloggoesfera:
No es un sueño, SiempreBasket
El anillo que hizo justicia, Mis conversaciones privadas con Aíto
Donde no caben las palabras, El rincon de Pirrimarzón
Do-re-mi-fa-sol, BasquetJam
Gracias Pau, Blog céltico
Los Angeles Lakers campeones, Jugones

viernes, 12 de junio de 2009

Instinto asesino

Fisher mata a los Magic desde la línea de tres puntos -colega-. Foto: NBA.com

El instinto es algo que se tiene o no se tiene. No se puede entrenar. No se puede mejorar. Se nace y se muere con él. Y da igual en las circunstancias en las que te encuentres. Si lo tienes, saldrá a relucir.

Anoche comenzó la final de la ACB. El duelo entre Baskonia y Barcelona resultó igualado hasta el final. Lo de cules y vitorianos lleva camino de convertirse en una rivalidad histórica y el encuentro de ayer supuso una piedra más en la construcción de este enfrentamiento. Con uno abajo en el marcador el Barça disponía del último ataque para tratar de llevarse el primer partido de la eliminatoria. Ivanovic diseñó una jugada para un tiro exterior de Andersen pero la táctica no salió bien y el balón llegó a manos de Gianluca Basile, que se encontraba a más de siete metros de la canasta. El italiano, que no había anotado ninguna canasta en la partido, no se lo pensó dos veces y lanzó enchufando un triple antológico que otorgó la victoria al conjunto visitante (ver vídeo). 0-1 y el factor cancha roto a las primeras de cambio. Puro instinto.

Además, anoche también se celebró el cuatro partido de las Finales de la NBA. Los Lakers buscaban una victoria que dejara encarrilado el anillo para Bryant y compañía. Mientras, Orlando se aferraba a la posibilidad de empatar la serie y rememorar el espíritu de Florida que fundó Miami en 2006. Tras una remontada púrpura y oro abanderada por Trevor Ariza -Kobe se llevará el MVP de las finales pero sigue sin convencer, aunque ayer aprendió a doblar el balón en los momentos importantes- Los Angeles enfrentaban la última posesión del partido tres puntos abajo en el electrónico. Phil Jackson no duda y decide confiarle el último tiro a Dereck Fisher. El veterano base ha sido criticado, con fundamento, a lo largo de toda la temporada y los Playoffs. Que si está lento. Que si no toma decisiones adecuadas. Que si le gusta tirar y se olvida de pasar. Todo cierto. Todo irrebatible. Como también lo es su instinto. Fisher no defraudó y dejó en evidencia a Jameer Nelson anotando un triple que mandaba al partido a la prórroga. Pero, no contento con esto, el presidente del sindicato de jugadores redondeaba su actuación con otro triple en el tiempo extra que, prácticamente, mataba el partido y, lo que es más importante, la eliminatoria (ver vídeo). 3-1 para Lakers y tres oportunidades de cerrar el primer anillo para Pau. Puro instinto.

miércoles, 10 de junio de 2009

El bloque de Orlando consigue su primera victoria

D12 apareció en escena y logró la primera victoria de los Magic en unas Finales. Foto: NBA.com

El sentido colectivo del juego fue el factor diferencial que ha traído a los Magic hasta las Finales de la NBA. Lo que hizo que Orlando pudiera imponerse contrapronóstico a los Cavaliers de LeBron James -para mí mucho más determinante que Kobe Bryant en la actualidad-. Y fue lo que les otorgó anoche la primera victoria de la franquicia en unas Finales.

Los Magic se impusieron a los Lakers en el primer partido de la serie en el Anway Arena tras un gran partido del que podemos considerar su quinteto titular. Los cinco jugadores más importantes de Orlando en la actualidad, excluyendo a Nelson por su lesión y a Lee por su condición de novato, rodearon los 20 puntos de anotación cada uno. Un dato especialmente significativo de lo que fue el juego de los locales.

Stan Van Gundy se dejo ayer de experimentos extraños y apostó por la fórmula con la que se proclamó campeón del Este. Volvió a confiar en Lee, que respondió sacando del partido a Kobe Bryant en el tercer cuarto, se olvidó de provatinas con Redick y premió la buena temporada de Rafer Alston manteniéndolo en pista como el base titular del equipo. El de Queens respondió a la confianza de su entrenador con 20 puntos y cuatro asistencias siendo, en muchos momentos, la principal referencia local.

Además Howard apareció en escena. Qué ya era hora. 21 puntos y 12 rebotes para Superman que, por primera vez, consiguió zafarse de la trampa defensiva de Phil Jackson. Por último Lewis y Turkoglu añadieron 21 y 18 puntos respectivamente. Haciendo patente una vez más su importancia dentro del juego de los de Van Gundy.

Pero, pese al buen partido local, los Lakers no perdieron en ningún momento la cara al encuentro. El inicio del choque fue demoledor para los Magic. Los de Florida comenzaron con una acierto en el tiro descomunal, un 75% en tiros de campo que suponía el record en unas Finales de la NBA. Pero los Lakers a través de un Kobe estelar consiguieron hacer frente a la hemorragia anotadora de los de Orlando. Sin embargo, el panorama en la segunda mitad fue completamente diferente. Bryant mostró su peor cara. Sacó al chupón que lleva dentro a relucir y su equipo no levantó cabeza hasta que el 24 tuvo descanso en el banco.

Por ello, pese a los 31 puntos del escolta, no es descabellado que anoche la mejor opción ofensiva de los angelinos fue Pau Gasol. El de Sant Boi acabó con 23 puntos y lo que es más increíble: 9/11 en tiros de campo. No obstante en el debe del poste quedan los tres rebotes que capturó. Una cifra que resulta escuálida para un jugador interior como él. Y eso que no se puede negar que se fajó duro con D-Ho. Pero anoche, al menos en este sentido, el norteamericano le ganó la partida.

Tras el partido de anoche el fantasma del 4-0 se desvanece. Pero, pese al buen partido local, los Lakers sólo cayeron por dos puntos de diferencia, lo que hace que sigan siendo los máximos favoritos para llevarse el campeonato. La próxima cita, en la madrugada del jueves al viernes.

lunes, 8 de junio de 2009

Los Lakers no perdonan

Pau resultó decisivo en la victoria angelina. Foto: NBA.com

Tras una prórroga Los Angeles Lakers consiguieron poner el 2-0 en el marcador global de las Finales tras imponerse a los Magic en los momentos cruciales. El 15 a 15 que señalaba el marcador al final de primer cuarto avisaba que el de ayer iba a ser un partido extraño. De esos que se ven marcados por la tensión. Aquellos que sirven para distinguir a los niños de los hombres.

El encuentro se vio marcado nuevamente por la actuación de Van Gundy desde la banda. El técnico de los Magic volvió a erigirse como protagonista e intentó sorprender a los angelinos a base de cambios extraños en su rotación. Decidió cortar su confianza en el rookie Courney Lee, que sólo disputó siete minutos durante los tres primeros cuartos, para acabar diseñando un alley oop para él en la última posesión del tiempo reglamentario, canasta que de haber entrado hubiese dado a Orlando su primera victoria en unas Finales. Además prescindió de sus dos bases en los minutos decisivos para hacer subir la bola a Turkoglu o le ofreció un protagonismo inusual a JJ Redick, jugador que hasta ahora había cumplido una función residual en los Magic. Habrá quién piense que sorprender desde la táctica es la única manera de ganar a unos motivados y concentrados Lakers, mientras, otros, creerán que a estas alturas los experimentos es mejor hacerlos con gaseosa.

Sea como fuere lo cierto es que los Magic pudieron llevarse el partido del Staples pero fallaron a la hora de la verdad mostrando, una vez más, una cierta imagen de novatos. Y es que los Lakers no jugaron especialmente bien pero en los momentos claves sacaron su veteranía a relucir, y eso siempre es un grado. Anoche no fue el día de Bryant. Si el primer partido mostró su cara ayer le tocó a la cruz. Kobe trató de volver a ganar el partido el solo pero la defensa impuesta por los Magic consiguió frenarle. Significativa es la última posesión del último cuarto de los Lakers en la que Bryant se lanza ante los cinco defensores de Orlando y en vez de doblar el balón a un compañero desmarcado se come una chapa antológica de Hedo Turkoglu.

Pero el 24 aprendió. Decidió buscar a sus compañeros durante la prórroga y encontró en Pau Gasol a su mejor complemento. El de Sant Boi estuvo providencial y anotó siente puntos en el tiempo extra mostrándose como el hombre del partido. Antes, Pau tuvo una nueva batalla frente a Dwight Howard al que logró volver a mantener a raya -y aún habrá alguno que pretenda seguir llamándole blando-. 24 puntos y 10 rebotes fueron los números finales del 16.

En frente hay que reseñar la actuación de Rashard Lewis que volvió a justificar su sueldo una vez más. El alero se mostró intratable desde el triple y firmó unos increíbles 34 puntos, 11 rechaces y siete pases de canasta. Es un jugador tremendamente difícil de defender y por sus manos pasan las opciones de Orlando de hacer algo en estas Finales. Ahora la serie se traslada de Disneyland a Disneworld, lugar donde los chicos de Phil Jackson buscarán finiquitar la ilusión de los Magic.