martes, 28 de julio de 2009

Sean May trata de resurgir en Sacramento

Sean May en los gloriosos días de universidad

El ex de los Tar Heels es una de esas rara avis que intentan sobrevivir en la actual NBA a base de clase. Un jugador cargado de talento pero cuyo físico juega en contra de su intención de hacer una carrera larga y próspera en la mejor liga del mundo. En un entorno plagado de bestias físicas, May trata de ser la excepción que confirma la regla. Él que demuestre que el baloncesto sigue siendo un deporte en el que la técnica y el talento prima sobre las capacidades atléticas.

En su etapa colegial, May se convirtió por propio derecho en uno de los ídolos de Chapel Hill. En su último año, el ala-pivot promedió más de 17 puntos y 10 rebotes por noche, consiguiendo además el título nacional para North Carolina. Por ello, su salto al baloncesto profesional no podía ser más prometedor. Aún así, debido siempre a su físico, cayó hasta la elección número 13 de su generación en un extraño draft que comandó Andrew Bogut y en el que llegaron a la liga los bases Chris Paul y Deron Williams.

Charlotte fue su destino. Ciudad que también eligió a Raymond Felton, el base de aquellos Tar Heels campeones, en el número cinco. Todo quedaba en casa, puesto que si en algún sitio sabían de la valía de May, ese era North Carolina. Pero su tendencia a engordar le jugó una mala pasada. 23 partidos en la primera temporada, 35 en la segunda y ninguno en la tercera fueron lo que el ala-pivot pudo disputar. Varias lesiones en las rodillas frenaron lo que parecía una carrera del All-Star hasta que, ni si quiera en su casa deportiva, se confiaba en él.

Por si fuera poco, en su última temporada en Charlotte volvió a resentirse de sus viejas molestias llegando a disputar únicamente 24 partidos. En total, 82 partidos, es decir una temporada regular, en cuatro años. Escaso bagaje para que un jugador cualquiera pudiese tener alguna oportunidad más. Pero el legado de May -mostrado a cuentagotas, eso sí- es difícil de borrar por lo que, contra todo pronóstico, ha conseguido una nueva -y probablemente última- oportunidad. En Sacramento, franquicia inmersa en una brutal reconstrucción, han decidido que, puesto que no tienen mucho que perder, es un buen momento para tratar de recuperar al orondo ala-pivot para el baloncesto.



Así, lo Kings le han firmado por un año el contrato mínimo que se puede ofrecer a jugador de la experiencia de Sean en la liga. Una confianza que el de Indiana ha tratado de recompensar bajando varias tallas de su próximo uniforme violeta. Sabedor de que el físico se puede perder, pero el talento, si se tiene, perdura.

6 comentarios:

NBA LAKERS dijo...

Esperemos que en Sacramento por fin pueda demostrar lo que realmente puede hacer...

Toda la suerte para él...

Un abrazo amigo, grande tu blog!

Pasate por el nuestro!

GO LAKERS!

Pirrimarzon dijo...

Por lo poco que va a cobrar, supongo que merecerá la pena el riesgo. Eso sí, que se vaya a vivir al barrio vegatariano de Sacramento, por favor!!

NBA LAKERS dijo...

ODOM SE QUEDA EN LOS LAKERS!

PARA MAS INFO: http://nbalakers-blog.blogspot.com/

Saludos!

Diego dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
drazgon dijo...

Este tío se tendría que venir a Europa. Clase no le falta.

BPelaz dijo...

Es un buen fichaje, porque solo puede ser positivo. Espero que May pueda reencontrarse como jugador en California.