Foto: Baskonia.com Cuarto año consecutivo que los vitorianos estarán presentes en la gran cita europea. Cinco presencias en total y ningún título. Hasta ahora el no haber ganado nunca la Euroliga no se podía considerar un borrón en el expediente de un club que pese a tener que desprenderse casi todos los veranos de sus jugadores más importantes ha sabido mantener un gran nivel europeo. Pero lo cierto es que para entrar en el club de los grandes, o más bien para pertenece a él como miembro de pleno derecho, no pueden permitirse varias tentativas fallidas más. A la postre las buenas actuaciones terminan por olvidarse y son los títulos lo que perdura, en Vitoria lo saben y quieren ponerle remedio ya.
Lo cierto es que este Baskonia ofrece más dudas que el de otros años. Cuartos en ACB, dónde han tenido 11 derrotas, consiguieron llegar a la final de la Copa del Rey que se celebraba en su casa, cayendo en la final frente a un poderoso Joventut. Una de cal y otra de arena, toda una constante en el Baskonia de Spahija.
El juego del Baskonia se cimenta en una de las mejores parejas de bases de Europa, la formada por el croata Zoran Planinic y el argentino Pablo Prigioni. Dos bases de perfiles diferentes que se complementan a la perfección. Además Igor Rackocevic y Sergi Vidal aportan anotación exterior -el primero- e intensidad, lucha y defensa -el segundo- para un juego muy completo.
En las alas la sorpresa más agradable de este Baskonia ha sido Pete Mickael. El norteamericano ha sido uno de los jugadores más sobresalientes de esta temporada, un buen alero alto que libera a Vidal de la faena de enfrentarse a jugadores más altos que él. Mickeal está acompañado del ala-pivot bosnio Mirza Teletovic. Un jugador grande y fuerte pero con buena mano desde posiciones exteriores.
En el juego interior la figura clave es el brasileño Thiago Splitter. La última perla del scouting baskonista ha dado el salto adelante que se esperaba de él y es uno de los jugadores interiores referencia en la ACB. Junto a él el siempre polémico Will McDonald. El norteamericano deberá olvidarse de todos los problemas que ha protagnizado desde su llegada a Vitoria e intentar recuperar su mejor versión para tan importante cita.
Como si de una macabra costumbre se tratase, un año más a los de Vitoria les toca bailar con la más fea. El CSKA, el gran favorito, será el primer escollo en su búsqueda de la ansiada Euroliga. Una plantilla amplia, un sentido colectivo del juego y un hambre voraz son las principales características del equipo ruso. Temibles, pero no invencibles.
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