Cunningham celebra el pase de Nova a la Final Four. Foto: ESPN Villanova, North Carolina, Connecticut y Michigan St. son las cuatro universidades que han logrado el pase a la próxima Final Four de la NCAA que se disputará el próximo fin de semana en Detroit. Cuatro equipos que partían entre el grupo de favoritos, el equipo peor calificado eran los Wildcats que poseían un seed 3, pero que han debido dejar atrás a otros cuadros potentes y, entre otros, al que probablemente sea el próximo número uno del draft, Blake Griffin.
Villanova es la teórica sorpresa del cuarteto. El matagigantes. No en vano los de Pennsylvania han dejado en el camino a importantes programas universitarios como los de UCLA, Duke o Pittsbourgh. Autenticas instituciones dentro del panorama estadounidense. Para ello los Wildcats han contado con un grupo de jugadores capaz de realizar un juego muy atractivo para el espectador capaz de generar anotaciones altas y que además resulta tremendamente competitivo. Si de algunos equipos sólo se puede resaltar a uno u otro jugador, en Nova se puede afirmar que es el trabajo coral el que sobresale respecto a las indiviualidades. No obstante, y siempre dentro del conjunto, nombres como los de Scottie Reynolds en el backcourt y Dante Cunnigham en el frontcourt sobresalen entre el eléctrico juego de los Wildcats.
El poderoso equipo de North Carolina será el rival de Villanova. El conjunto de Chapel Hill es, probablemente, el gran favorito para la consecución del título desde el comienzo de temporada y, por ahora, no ha defraudado a sus valedores. La fórmula es conocida: el triángulo escaleno formado por Ty Lawson, Wayne Ellington y Tyler Hansbrough. Tres jugadores con roles completamente diferentes pero que se complementan a la perfección creando así un candidato ideal. Pese a que la figura de Psycho-T como líder espiritual del equipo es incuestionable la Locura de Marzo nos ha traído al mejor Lawson posible, siendo durante un gran tramo de esta el mejor jugador de los Tar Heels. Ellington, por su parte, aporta armonía al triángulo, esta tercera pieza capaz de hacer un poco de todo -especialmente anotar- vital en cualquier equipo campeón.
La otra eliminatoria presenta un duelo entre Michigan State y Connecticut. Los Spartans han logrado su pase a la Final Four tras eliminar a una de las grandes sensaciones de la temporada universitaria, los Louisville Cardinals de Rick Pitino. El conjunto de Tom Izzo ha mostrado ser un conjunto sólido a lo largo de todo el torneo por lo que su presencia en la fase final tampoco se puede tildar como sorpresa. En ese sentido recuerdan un poco a los Jayhawks campeones del año pasado. Un equipo sin grandes estrellas y que sin hacer mucho fue capaz de llevarse el torneo ante la sorpresa de muchos -entre los que me incluyo-. Además, no cabe olvidar que juegan en casa.
Los Huskies, por el contrario, han sido a lo largo de todo el año los grandes favoritos para disputarle el título a los Tar Heels. UCONN posee un peligroso juego exterior comandado por el rápido AJ Price y un duro juego interior en el que sobresale la figura de Hasheem Thabeet. El gigante tanzano es uno de los jugadores más espectaculares de la NCAA. Si bien es cierto que no ha evolucionado en su juego, especialmente en la faceta ofensiva, todo lo que se esperaba, también lo es que el poderoso pivot promedia más de cuatro tapones por partido, lo que da una idea de su dureza defensiva. En el backcourt se encuentra muy bien acompañado por el jugador de último año Jeff Adrien. No en vano ambos jugadores promedian dobles figuras en puntos y rebotes. Connecticut tiene bases para pensar en repetir el éxito de 2004, sólo queda conocer el desenlace.
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