Stephen Curry. El hijo de Dell Curry es, en esencia, un depredador. Un anotador insaciable capacitado para matar desde la larga distancia. Curry sorprendió a propios y a extraño al lograr en 2008 meter a su pequeño college en los Elite Eight al lograr anotaciones superiores a los 30 puntos por partido. Aquellas soberbias actuaciones le colocaron debajo de los focos y, desde entonces, el pequeño escolta no ha parado de aprovechar la situación. Y es que este año Curry ha subido sus promedios anotadores hasta lograr más de 28 puntos por noche y, además, repartir también algo más de cinco asistencias. Números fuera de órbita para cualquier jugador. El de los Wildcats, además, ha tenido que ir derribando uno por uno todos los prejuicios que pendían sobre él. Y es que ni el físico, ni el haber jugado en una universidad tan pequeña donde él era la única estrella le benefician para una elección alta. Sin embargo en los diferentes workouts ha demostrado que va en serio y ha conseguido escalar varios puestos en las diferentes predicciones.
Jordan Hill. El ala-pivot de Arizona es otro de los favorecidos por el escaso nivel de los jugadores interiores de esta promoción. Básicamente lo que Hill puede aportar desde ya a cualquier equipo es intensidad, principal característica de su juego. Esto le hace ser un buen reboteador e, incluso, un buen defensor. Pero, afortunadamente, no todo es intensidad y físico en el baloncesto. La inteligencia en pista, la visión de juego y la asimilación de los fundamentos básicos son características igual de importantes y es aquí donde Hill flaquea.
DeMar DeRozan. Sin ninguna duda hablar del jugador de Compton es hablar de su increíble físico. Alero anotador, DeRozan destacó ya en su época de instituo debido a la espectacularidad de sus jugadas. Brazos largos, potente salto y un manejo de balón más que decente hacían del jugador un caramelo más que apetecible para cualquier universidad. DeRozan eligió USC como destino para realizar su previsible one and done, tal y como hiciera OJ Mayo, y, como a él, al de Compton la jugada no le salió del todo bien. En la NCAA se han hecho patentes las carencias que DeMar arrastra en su juego. La falta de un tiro exterior fiable y una lectura del juego perspicaz son sus principales lagunas. No obstante el de los Trojans sigue siendo una apuesta interesante a corto-medio plazo y de pulirse sus pequeños fallos puede convertirse en un jugador demoledor.
John Flynn. El base de los Orangemen ha sido una de las sensaciones de la temporada. Un jugador que aúna el talento baoncestístico que se presupone a todo jugador neoyorquino con una gran actitud ganadora, algo menos común en este tipo de jugadores. Flynn es un base de corte ofensivo. De los que prefieren anotar a asistir. No obstante esto tampoco significa que no sepa dirigir el juego aunque esta sea una faceta que debe pulir. Su pequeño tamaño lo compensa con una endiablada rapidez y un gran manejo de balón por lo que puede tener ventaja sobre otros bases más grandes pero también más lentos que él. Sin duda, perfecto para el contraataque.
Gerald Henderson. El escolta de Duke ha generado, al igual que su college, algunas dudas en estos últimos años. Se trata, en principio, de un jugador muy válido en defensa que ha ido mejorando poco a poco su aportación ofensiva, aunque todavía sigue dependiendo en exceso de contar con buenas rachas. Posee un físico apto para la NBA pero un psíquico que presenta algunas dudas sobre su rendimiento a máximo rival. Y es que a Henderson se le ha acusado en ocasiones de desaparecer en los momentos claves del partido, algo que un profesional no se puede permitir.
Jordan Hill. El ala-pivot de Arizona es otro de los favorecidos por el escaso nivel de los jugadores interiores de esta promoción. Básicamente lo que Hill puede aportar desde ya a cualquier equipo es intensidad, principal característica de su juego. Esto le hace ser un buen reboteador e, incluso, un buen defensor. Pero, afortunadamente, no todo es intensidad y físico en el baloncesto. La inteligencia en pista, la visión de juego y la asimilación de los fundamentos básicos son características igual de importantes y es aquí donde Hill flaquea.
DeMar DeRozan. Sin ninguna duda hablar del jugador de Compton es hablar de su increíble físico. Alero anotador, DeRozan destacó ya en su época de instituo debido a la espectacularidad de sus jugadas. Brazos largos, potente salto y un manejo de balón más que decente hacían del jugador un caramelo más que apetecible para cualquier universidad. DeRozan eligió USC como destino para realizar su previsible one and done, tal y como hiciera OJ Mayo, y, como a él, al de Compton la jugada no le salió del todo bien. En la NCAA se han hecho patentes las carencias que DeMar arrastra en su juego. La falta de un tiro exterior fiable y una lectura del juego perspicaz son sus principales lagunas. No obstante el de los Trojans sigue siendo una apuesta interesante a corto-medio plazo y de pulirse sus pequeños fallos puede convertirse en un jugador demoledor.
John Flynn. El base de los Orangemen ha sido una de las sensaciones de la temporada. Un jugador que aúna el talento baoncestístico que se presupone a todo jugador neoyorquino con una gran actitud ganadora, algo menos común en este tipo de jugadores. Flynn es un base de corte ofensivo. De los que prefieren anotar a asistir. No obstante esto tampoco significa que no sepa dirigir el juego aunque esta sea una faceta que debe pulir. Su pequeño tamaño lo compensa con una endiablada rapidez y un gran manejo de balón por lo que puede tener ventaja sobre otros bases más grandes pero también más lentos que él. Sin duda, perfecto para el contraataque.
Gerald Henderson. El escolta de Duke ha generado, al igual que su college, algunas dudas en estos últimos años. Se trata, en principio, de un jugador muy válido en defensa que ha ido mejorando poco a poco su aportación ofensiva, aunque todavía sigue dependiendo en exceso de contar con buenas rachas. Posee un físico apto para la NBA pero un psíquico que presenta algunas dudas sobre su rendimiento a máximo rival. Y es que a Henderson se le ha acusado en ocasiones de desaparecer en los momentos claves del partido, algo que un profesional no se puede permitir.
1 comentario:
En NBADraft.net han cambiado los mocks hoy, y ponen a Thabeet incluso fuera del TOP5. Qué mareo!! Espero que llegue el viernes...
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