Una Final Four sin sorpresas

Kevin Love (UCLA) celebra el pase a la Final Four. Foto ESPN

El march madness no deparó sorpresas y las cuatro universidades que partían como favoritas se han terminado clasificando para la Final Four. UNC, UCLA, Memphis y Kansas se jugarán el torneo el próximo fin de semana en San Antonio.

A priori, la eliminatoria más igualada será la que enfrentará a las universidades de UCLA y Memphis. Los californianos, liderados por el pívot Kevin Love, llegan a la que será su cuarta Final Four consecutiva. Para hacerse con el título primero deberán derrotar a los Memphis Tigers de Derrick Rose y Chris Roberts.

La otra semifinal la disputarán los Tar-Hells de un espectacular Tyler Hansbrough -28 puntos y 13 rebotes en la final de la región Este- y probablemente el mejor universitario del año frente a los Jayhawks de Kansas que dejaron en la estacada al college revelación, Davidson.

Y es que hablar del march madness de este año es hablar de la actuación de Stephen Curry y los Wildcats de Davidson. Curry, hijo del también jugador Dell Curry, ha sido el nombre propio de la competición al conducir a su pequeña universidad a las puertas de la Final Four. En su camino Davidson venció a Gonzaga, Georgetown y Wisconsin, universidades más grandes y teóricamente superiores, para caer en un final agónico ante Kansas. En este periplo Curry promedió 32 puntos convirtiéndose en una auténtica pesadilla para las defensas rivales que no pudieron pararlo.

Chicago dice adiós a los playoffs

La de ayer fue una jornada clave para el devenir de la Conferencia Este. Se enfrentaban entre New Jersey frente a Indiana y Chicago a Atlanta, las cuatro franquicias que a priori se han de jugar la última plaza que da derecho a playoff.

Los Hawks fueron los grandes beneficiados de la noche mientras que su rival, Chicago, prácticamente despedía a las pocas opciones que le quedaban de salvar la temporada. Además la derrota de los Nets frente a Indiana además de permitir a los Pacers seguir soñando, sirve a los de Georgia para aumentar un poco más la distancia con la novena plaza que aún mantienen los Nets.

La incorporación de Bibby ha hecho que el joven equipo de los Hawks un candidato muy sólido. Con la unión del base a los ya conocidos Johnson, Smith, Horford o Childress los Hawks podrían conseguir alargar su temporada después de 11 años sin jugar playoffs.

Detroit campeón de la Central

Tras su contundente victoria a esa broma que son los Miami Heat en este tramo final de liga Detroit se proclamó una vez más campeón de la Central Division.

El pésimo nivel mostrado por rivales como Milwaukee o Chicago y la soledad de LeBron durante gran parte de la temporada ha facilitado que los de la ciudad del motor se pudieran hacer con su título de división número 11. Los años pasan pero con la década a punto de finalizar los Pistons siguen ahí, siendo una de las claras alternativas de la floja Conferencia Este.

Los detractores de los Pistons afirman que son un equipo viejo cuyos días de gloria quedan lejos ya. Pero lo cierto es que en Detroit han sabido conjuntar a sus ya clásicas estrellas con los nuevos valores como Maxwell o Afflalo fortaleciendo la concepción de bloque que históricamente tan buenos resultados ha dado por Michigan.

Webber dice adiós

Desde aquí me congratulé de la vuelta de Chris Webber a las canchas de la mano de uno de los equipos más divertidos de la actual NBA, Golden State. Hoy C-Web ha dicho basta. Sus rodillas no le han acompañado en la que ha sido su última aventura NBA y el ala-pivot deja el baloncesto de forma definitiva.

Pese a engrosar en las listas de el club de estrellas sin anillo Webber deja un importante legado baloncestístico que por desgracia no se vio reflejado con ningún título. Chris fue miembro destacado de los Fab Five de la Universidad de Michigan con los que perdió las dos finales de la NCAA que disputó en los dos años que permaneció en el baloncesto universitario. Sus primeros años como profesional transcurrieron entre altibajos en Golden State, de donde salió después de ser nombrado novato del año por problemas con Don Nelson, y Washington. Fue en Sacramento donde Webber hizo renacer a unos desahuciados Kings, por entonces el equipo con menos notoriedad de la liga, llegando a formar uno de los equipos más atractivos de la historia reciente de la NBA.

Después de su paso por los Sixers Webber volvió a Michigan en la que fue su última intentona seria por retirarse con, al menos, un campeonato. Pero los Pistons no pudieron con los Cavs de LeBron.

Tras 15 años de carrera se va uno de los grandes "cuatros" de los últimos años. Jugador que aunaba talento y potencia física. Fue seleccionado cinco veces para el All-Star Game y en 2001 fue elegido en el quinteto ideal de la NBA.

Más problemas para los Mavs

Con la adquisición de Jason Kidd los Dallas Mavericks relevaron a New York en el podio de los equipos que más dinero deben pagar en concepto de salario. Ahora, con la lesión de Dirk Nowitzki, quién sabe si además acompañaran a los atroces Knicks de Thomas en sus vacaciones anticipadas.

El Oeste está para pocas bromas. Todo parece indicar que dos equipos con balance positivo -actualmente Portland y Denver- se quedarán fuera de playoffs, pero con la Ley de Murphy instalada en el American Airlines Center la candidatura de los Mavs a tan dudoso honor está más que argumentada.

Se especula que Nowitzki podría estar dos semanas de baja. Dallas se encuentra con dos victorias más que Denver, que ocupa la novena posición, y una más que Golden State -octavos-. Los Nuggets de Iverson y Antonhy han demostrado a lo largo de toda la temporada su tremenda irregularidad. Capaces de lo mejor, como los 168 puntos sin prórroga frente a Seattle, y de lo peor. Los Mavs han vivido en una irregularidad similar. Pese a una ficticia racha tras el fichaje de Kidd, los Mavericks han perdido casi todos los enfrentamientos que han tenido contra franquicias candidatas al título y sin el alemán parecen inferiores frente al vendaval ofensivo que suponen los Warriors o los Nuggets.

El calendario ha querido que precisamente sean los de Colorado y los de California sus próximos rivales -después del trámite frente a Clippers-. Enfrentamientos a vida o muerte que los Mavs deberán solventar sin el MVP de la temporada 06/07.

La locura de marzo

Pulse sobre la imagen para ver el cuadro completo

En Estados Unidos Marzo es sinónimo de baloncesto universitario. El conocido como march mandes. 52 partidos en poco más de dos semanas que desembocarán en la famosa Final Four de la NCAA, que se disputará el fin de semana del 5 al 7 de abril.

64 universidades repartidas en cuatro regiones: East, Midwest, South y West, que lucharan por darle el relevo a los Gators de Florida -que este año no optan al tíulo- como mejor equipo de baloncesto universitario. Las futuras estrellas de la NBA luchando por llevar a su college lo más lejos posible y así, de paso, labrarse un futuro en el baloncesto profesional.

Como un evento así se hace imposible de desmenuzar en una sola entrada me limitaré a comentar brevemente a las universidades que encabezan los ranking elaborados por la prensa norteamericana.

UNC Tar-Heels. “La fábrica de churros” -como la llamaba Andrés Montes por su facilidad para producir grandes jugadores de basket- ocupa el número tanto en el ranking elaborado por Associated Press como en el de los entrenadores. Son por tanto los indiscutibles favoritos para llegar a la Final Four por el East. Un año más están liderados por Tyler Hansbrough, jugador junior que este año promedia 23 puntos y algo más de 10 rebotes por partido. Pese a su buena campaña el futuro de Hansbrough en el baloncesto profesional no está tan claro ya que no se trata de una superestrella al uso, si no que basa su éxito en la brega, la lucha y, para algunas voces críticas, en un uso excesivo de sus codos.

Memphis Tigers. Después de un espectacular campaña en la que han conseguido acaparar todo el protagonismo baloncestístico de la ciudad de Memphis, muy por delante de los horrorosos Grizzlies, los Tigers se sitúan en el número dos del ranking de Associated Press. Invictos en su conferencia Memphis está liderados por el prometedor base novato Derrick Rose, una de las joyas de la promoción. Son los máximos aspirantes en el South, aunque en su región se las tendrán que ver con otras poderosas universidades como Texas, Standfor o Pittsbourg.

UCLA Bruins. Los de California se encuentran en busca de su tercera Final Four consecutiva. Pero en un equipo tan asentado es un pívot novato, Kevin Love, la sensación los Bruins este año. Love es su máximo anotador, algo más de 17 tantos por partido, y reboteador, con más de 10 rechaces por encuentro.

Kansas Jayhawks. Llegan al march madness como favoritos por el Midwest aunque de los cuatro “cabezas de serie” es el que menos convence. Georgetown, Wisconsin e incluso algún equipo de las dos estrellas mediáticas –USC de OJ Mayo, o Kansas State de Michael Beasley- serán sus escollos más duros.

Más Información:

El torneo en Sport ilustrated

Portal de ESPN

Análisis de Basketdraft.com (en castellano)

Análisis de Avenida

Ya son veinte

Foto: ESPN.com

La cifra merecía una entrada independiente. Los Rockets alcanzaron en su victoria frente a Atlanta su vigésima victoria consecutiva, igualando así el segundo mejor record de la NBA en poder de los Milwaukke Bucks de 1971.

Ahora les viene un calendario complicado. Los de Adelman deben medirse esta madrugada a los no menos sorprendentes New Orleans Hornets, para después enfrentarse a los Lakers de Pau, Kobe y Odom. Casi nada.

Wade dice adiós a la tempoarada

Foto: ESPN.com

La lamentable marcha de los de Miami empaña un poco la trascendencia de la noticia. Dywane Wade se despide así de una temporada nefasta en lo deportivo para poder recuperarse de sus molestias en la rodilla izquierda.

La ausencia de Flash añade más argumentos si cabe para la candidatura de los Heat al número uno del próximo draft. Se consuma así el precipitado final de un proyecto que se alzó con el anillo hace tan sólo dos temporadas.

Como cohetes

Foto: ESPN.com

Con el peor título de entrada jamás escrito quiero abordar la existosa racha de los Houston Rockets, equipo que pese a haber perdido a Yao Ming para lo que resta de temporada consiguió ayer ante Indiana su decimosexta victoria consecutiva, record en la franquicia.

Pese a ser uno de los equipos que mejor se habían movido en verano y contar en todas las quinielas a los de Adelman les costó mucho hacerse con el ritmo competitivo adecuado. Una inoportuna lesión de T-Mac y el gran nivel de la Conferencia Oeste hizo que los fans de los Rockets llegaran incluso a temer por su comparecencia en playoff. Pero con la llegada del nuevo año los de Houston supieron encontrar su lugar en la pista. Su última derrota data del pasado 27 de enero, un mes en el que firmaron un balance de 10 victorias y sólo cuatro derrotas.

Con la lesión del pívot chino parece que el destino volvió a dar la razón a aquellos que se empeñan en etiquetar de gafe a la pareja formada por Yao y McGrady. Los minutos del gigante asiático se los reparten principalmente entre Scola, Hayes y alguna esporádica aparición estelar del veterano Dikembe Mutombo. Además el rookie Carl Landry ha visto aumentada sensiblemente su participación en el juego. Landry podría ser el gran revulsivo de los Rockets ya que hasta ahora su participación se había visto mermada por el gran nivel desplegado por el argentino Scola.

Pese a que los de Texas han perdido ya su candidatura al anillo, especialmente debido a la dureza del Wild Wild West, el equipo deberá intentar mantener la dinámica positiva que actualmente posee para que la estrella que poseen actualmente en pista pueda, al menos, superar su famosa maldición de la primera ronda.

Actualización 11/3/08

Con la victoria frente a New Jerset por 73-91 los Rockets agrandan su racha hasta las 19 victorias, tercera mejor racha en la historia de la NBA.

Hay algo aquí que va mal

Foto: ESPN.com

Cuando el plazo para realizar traspasos en la NBA rozaba su fin un intercambio sacudió la liga. El deseo por deshacerse de dos de las piezas más sobrevaloradas del mercado NBA llevó a Cleveland y Chicago a protagonizar un movimiento encabezado por los inefables Larry Hughes y Ben Wallace.

El debate se generó de manera instantánea y era difícil posicionarse a favor de cuál de las dos franquicias salía más perjudicada. Ayer el calendario juntó a los Cavs y a los Bulls sobré el parqué Quicken Loans Arena y el partido arrojó, al menos para mi, una clara conclusión: Chicago pierde.

El liderazgo de Cleveland es indiscutible. El Rey LeBron manda y a su alrededor juegan sus súbditos. Sin embargo la llegada de Hughes a los Bulls abre aun más la galopante crisis de liderazgo existente en la franquicia de Illinois.

La temporada va mal. El principal problema de ello es el mal rendimiento e irregularidad que sus dos, o tres, teóricos líderes han ofrecido. Kirk Hinrich, Ben Gordon y Luol Deng sufren una temporada llena de lesiones y contratiempos. Gordon y Deng finalizan contrato este año pero esa escusa no vale, la mayoría de jugadores que deben renovar generalmente aumentan sus prestaciones, pecando de cierto individualismo si, pero nunca bajan su aportación de una manera tan descarada.

Con el puesto de líder vacante varios son los jugadores que lo han ido ocupando en el tramo inicial de la temporada: Andrés Nocioni, Joe Smith e, incluso, Ben Gordon en sus primeros partidos desde el banquillo, pero el traspaso ha traido un nuevo aspirante al puesto: Larry Hughes. Y no nos vamos a negar, cuando la principal referencia ofensiva de tu equipo es Larry Hughes es que tu equipo esta muy, muy, muy mal.

Desde su llegada el 32 es el jugador de Chicago que más tira en cada partido. Sin hacer unos malos números globales, aunque con unos porcentajes bastante lamentables -como el Cleveland aunque anotando un poco más, vamos-. Y hacerle esto a un bloque de presente-futuro como se supone el de Chicago es hacerle mucho daño.

Si el traspaso le sale mal a Cleveland como mínimo lograran llegar a dónde hubiesen llegado sin haberlo realizado, sin embargo, este movimiento en Chicago puede suponer el desmembramiento final de un ilusionante proyecto que no ha dado de sí todo lo esperable.