lunes, 3 de marzo de 2008

Hay algo aquí que va mal

Foto: ESPN.com

Cuando el plazo para realizar traspasos en la NBA rozaba su fin un intercambio sacudió la liga. El deseo por deshacerse de dos de las piezas más sobrevaloradas del mercado NBA llevó a Cleveland y Chicago a protagonizar un movimiento encabezado por los inefables Larry Hughes y Ben Wallace.

El debate se generó de manera instantánea y era difícil posicionarse a favor de cuál de las dos franquicias salía más perjudicada. Ayer el calendario juntó a los Cavs y a los Bulls sobré el parqué Quicken Loans Arena y el partido arrojó, al menos para mi, una clara conclusión: Chicago pierde.

El liderazgo de Cleveland es indiscutible. El Rey LeBron manda y a su alrededor juegan sus súbditos. Sin embargo la llegada de Hughes a los Bulls abre aun más la galopante crisis de liderazgo existente en la franquicia de Illinois.

La temporada va mal. El principal problema de ello es el mal rendimiento e irregularidad que sus dos, o tres, teóricos líderes han ofrecido. Kirk Hinrich, Ben Gordon y Luol Deng sufren una temporada llena de lesiones y contratiempos. Gordon y Deng finalizan contrato este año pero esa escusa no vale, la mayoría de jugadores que deben renovar generalmente aumentan sus prestaciones, pecando de cierto individualismo si, pero nunca bajan su aportación de una manera tan descarada.

Con el puesto de líder vacante varios son los jugadores que lo han ido ocupando en el tramo inicial de la temporada: Andrés Nocioni, Joe Smith e, incluso, Ben Gordon en sus primeros partidos desde el banquillo, pero el traspaso ha traido un nuevo aspirante al puesto: Larry Hughes. Y no nos vamos a negar, cuando la principal referencia ofensiva de tu equipo es Larry Hughes es que tu equipo esta muy, muy, muy mal.

Desde su llegada el 32 es el jugador de Chicago que más tira en cada partido. Sin hacer unos malos números globales, aunque con unos porcentajes bastante lamentables -como el Cleveland aunque anotando un poco más, vamos-. Y hacerle esto a un bloque de presente-futuro como se supone el de Chicago es hacerle mucho daño.

Si el traspaso le sale mal a Cleveland como mínimo lograran llegar a dónde hubiesen llegado sin haberlo realizado, sin embargo, este movimiento en Chicago puede suponer el desmembramiento final de un ilusionante proyecto que no ha dado de sí todo lo esperable.

1 comentario:

Elio dijo...

Toda la razón del mundo tienes...

Los Bulls han liquidado este proyecto por falta de tino en la contratación de una estrella que liderara al buen equipo existente.