Desde aquí me congratulé de la vuelta de Chris Webber a las canchas de la mano de uno de los equipos más divertidos de la actual NBA, Golden State. Hoy C-Web ha dicho basta. Sus rodillas no le han acompañado en la que ha sido su última aventura NBA y el ala-pivot deja el baloncesto de forma definitiva.
Pese a engrosar en las listas de el club de estrellas sin anillo Webber deja un importante legado baloncestístico que por desgracia no se vio reflejado con ningún título. Chris fue miembro destacado de los Fab Five de la Universidad de Michigan con los que perdió las dos finales de la NCAA que disputó en los dos años que permaneció en el baloncesto universitario. Sus primeros años como profesional transcurrieron entre altibajos en Golden State, de donde salió después de ser nombrado novato del año por problemas con Don Nelson, y Washington. Fue en Sacramento donde Webber hizo renacer a unos desahuciados Kings, por entonces el equipo con menos notoriedad de la liga, llegando a formar uno de los equipos más atractivos de la historia reciente de la NBA.
Después de su paso por los Sixers Webber volvió a Michigan en la que fue su última intentona seria por retirarse con, al menos, un campeonato. Pero los Pistons no pudieron con los Cavs de LeBron.
Tras 15 años de carrera se va uno de los grandes "cuatros" de los últimos años. Jugador que aunaba talento y potencia física. Fue seleccionado cinco veces para el All-Star Game y en 2001 fue elegido en el quinteto ideal de la NBA.
1 comentario:
que grande era este tio, pero que lastima de lesiones unas veces, y de mala suerte otras.
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