miércoles, 24 de septiembre de 2008

Un equipo en construcción

Las aspiraciones de los Heat volverán a pasar por el estado físico de Wade

Pese a que sólo han pasado dos años del triunfal 2006 para la memoria de los aficionados de los Heat parece que haya pasado una eternidad. Con la lógica excepción de Wade, al que prácticamente no se vio el año pasado, todo rastro de aquel exitoso proyecto ha sido eliminado a conciencia con la intención de confeccionar un nuevo ambicioso proyecto que anime a Flash a continuar en Florida cuando finalice contrato en el esperado 2010.


Para ello en Miami decidieron pasarse más de la mitad de la temporada pasada arrastrándose por las canchas de la liga y así tener más opciones de llevarse el número uno en la lotería del draft. Pero la jugada no salió como estaba previsto y su deplorable actitud fue castigada en el sorteo con la elección número dos con la que escogieron a Michael Beasley -bendito castigo, podrían pensar algunos nada faltos de razón-.


Actualmente Beasley y Wade son lo único seguro en Miami. El resto es temporal o circunstancial y se podría sujetar a cambios si la situación lo precisase. Dentro de este ramillete de jugadores circustanciales destaca sin lugar a dudas la presencia de Shawn Marion. The Matrix fue el peaje que los Heat tuvieron que pagar para deshacerse de Shaq y pese a que su estancia ha estado repleta de rumores de salida hasta la fecha ninguno ha fructificado.


El triángulo Wade-Beasley-Marion será pues el encargado -al menos en el inicio de la liga- de liderar el juego de los Heat. Se trata de un trío de garantías que posee en Dwyane Wade su vértice más destacado. Flash viene de mostrar en los Juegos Olímpicos que ha recuperado el gran tono físico que siempre le ha caracterizado. El número 3 fue, sin duda, el mejor jugador del combinado norteamericano y llegó a recordar al jugador que enamoró a los aficionados de la NBA en la final ante los Mavericks. Beasley por su parte está llamado a ser el rookie con mayor impacto en la liga -más incluso que el número uno, Derrick Rose-. Beastley demostró en su paso por Kansas State que es una superestrella en ciernes con gran facilidad para hacer grandes números y a la que sólo su cabeza podría impedirle triunfar en la liga –ver la sanción de 50.000 dólares que ya le han impuesto en el curso de formación que todos los años organiza la NBA para los jugadores novatos y en la que también fue multado su compañero Mario Chalmers (leer)-. Mientras que Marion, ¿hay alguien qué no quiera a un todoterreno como Marion en su equipo? -excluyendo a Amare Stoudamaire, claro-.


Si bien el triángulo principal posee la capacidad de mantener a la franquicia en la zona media del Este, incluso en Playoffs con un Wade en plena forma, el resto supone un auténtico desierto para los fans de los Heat. Aunque es en la posición de base donde el equipo presenta las carencias más notables. Marcus Banks, Chris Quinn y el rookie Mario Chalmers, que logró la canasta que dio el triunfo a Kansas en la pasada Final Four, son los jugadores que deberán llevar la manija del equipo en este inicio de temporada. Todos ellos son jugadores de un perfil demasiado bajo por lo que no sería extraño que se realizase alguna incorporación antes incluso de que comenzase la temporada. En el juego interior las cosas, aunque un poco mejor, tampoco están como para tirar cohetes. A la espera de ver las condiciones en las que Mourning vuelve de la lesión en la que se encuentra inmerso Mark Blount, Udonis Haslem y Jamaal Malgoire formarán el frontcourt de los Heat. A estos nombres hay que sumar la aportación que Beasley y Marion pueden realizar como ala-pivots.

1 comentario:

telémaco24 dijo...

Gran análisis!

Creo q los Heat les falta juego interior y un base... Se rumorea mucho q si los Knicks largan a Marbury, éste podría fichar por el mínimo en Miami. Habría q ver de lo q es capaz Starbury motivado... No sé, creo q lucharán por entrar en PO, pero pq el oeste tiene un nivel bajo.

Un saludo!