Y Rudy cogió su fusil

Durante el final de la pasada temporada la prensa española acostumbraba a mirar hacia Memphis para ver si Juan Carlos Navarro lograba batir el record de mayor número de triples encestados por un novato que estaba en poder de Kerry Kittles desde 1996. 158 triples era la cifra a alcanzar. Aquel objetivo, secundario a todas luces, se convirtió en prioritario debido al nulo futuro de la franquicia en la que se encontraba La Bomba. No había otra noticia en la ciudad de Elvis por lo que el dichoso record se convirtió en una obsesión y como tal no llegó a buen puerto.

Este año el mismo record estaba en liza pero el protagonista ahora era Rudy. La situación del mallorquín es diametralmente opuesta a la de Navarro. El mallorquín juega en una franquicia que ha vuelto a Playoffs. Y que además lo ha hecho consiguiendo el factor cancha a favor para la primera ronda al vencer en el último partido de temporada a los Denver Nuggets, líderes de su división. Por ello lo del record, pese a estar ahí, casi ni se oyó -siempre hay pesados con estas cosas, está claro-.

Nadie se acordaba de la dichosa marca de Kittles. ¿A quién le importa eso cuándo tu equipo esta en plena dinámica ganadora, tienes todo el futuro por delante y ya te has dejado ver sobradamente para que todo el mundo sepa quién es número cinco capaz de jugar como los jugones afroamericanos? Pues al propio Rudy. A su infinita capacidad competitiva. La misma que le llevó a demostrar que podía estar al nivel de los grandes dunkers de la liga. Rudy salió a la cancha con la mira telescópica en el fusil y los dichosos 158 triples de Kittles entre ceja y ceja. Y lo hizo. Claro que lo hizo. El mallorquín sólo tiró de tres puntos. Seis triples de nueve intentos y el record para casa.

¡Jugón!

Vídeo-resumén del partido de los Blazers ante los Nuggets en el que Rudy logra el record. Ver también al bueno de Sergio jugando como el sólo sabe.