martes, 9 de marzo de 2010

Lance Stephenson, rompiendo clichés

Stephenson en un torneo callejero. Foto: ESPN.com

Lance Stephenson es el penúltimo jugador nacido al amparo del siempre productivo asfalto del Rucker Park neoyorquino. Uno de esos jóvenes jugones de aroma callejero que, de vez en cuando, amenazan con irrumpir en el establishment del baloncesto mundial. Una historia que, en ocasiones, suena algo repetitiva en un mundo que fagocita nuevos valores de una forma veloz y voraz.

Born Ready, que es como se apodó a este jugador que lleva desde los 14 años compitiendo con los más grandes en los torneos veraniegos que se disputan en las calles de Nueva York, se formó en el baloncestístico Instituto Lincoln. Lugar de procedencia de jugadores como Stephon Marbury o Sebastian Telfair y que fue magistralemte retratado por Spike Lee en la película He got game -traducida aquí como 'Una mala jugada'-.

Con estos antecedentes, la adolescencia de Stephenson ha estado marcada por las luces de los focos. Los mismos que, por ejemplo, le alumbraron con sólo 17 años para ser portada de la revista Dime (leer). Esta prematura fama le ha hecho cometer una serie de errores extradeportivos que le han generado una cierta fama de díscolo y egoísta. Un caldo de cultivo común en casos precoces como el suyo y que hacía preveer un paso fugaz por el baloncesto universitario en busca del dinero existente en el mundo profesional. One and done, como ya hicieron otras estrellas de high school como OJ Mayo o Michael Beasley.

Su llegada a Cincinnati se puede calificar de accidental y, en cierto modo, sorprendente. Stepehnson fue el último recruit de los llamados importantes en elegir destino. Con el mercado confundido por el cambio de Calpiari de Memphis a Kentucky parecía que Born Ready se quedaba sin sitio en la NCAA. Además, algunos asuntos extradeportivos como un arresto por un presunto abuso sexual empañaban más -aún- su imagen. Por ello cuando el escolta se decidió por los Bearcats parecía una elección desesperada más que otra cosa. La última opción.

Sin embargo parece que Stephenson ha encontrado por fin su sitio. El jugador que llegó a tener problemas por su individualismo y afán anotador en sus años de instituto ha conseguido integrarse en un equipo famoso por su concepto colectivo del juego. Un perfil, en principio, contrario a su estereotipo. Lance, que es el máximo encestador histórico del estado de Nueva York -que no es moco de pavo precisamente- es también el freshman que más puntos ha anotado en la siempre competitiva Big East, aunque sus 12 puntos por encuentro parecen pocos para él.

No obstante, se muestra feliz con su decisión. Tanto que ha declarado que su intención es la de continuar un año más en la NCAA (leer), pese a estar físicamente preparado para la NBA. Con sus mejores cualidades intactas, esto es un físico prodigioso y un manejo de balón demoledor forjado a base de crossovers, Stephenson parece firme en seguir creciendo. El chico que nació listo parece dispuesto a esperar, lo cual le convierte en especial -de verdad-.

Actualización

Finalmente Stephenson ha cambiado de opinión y probará en la NBA (leer).

3 comentarios:

Pirrimarzon dijo...

Claro, hay que apuntar que los mocks para el draft próximo no le deparan buenas noticias que digamos. Ser segunda ronda intermedia tampoco es para tirar cohetes. Y para evitar el bochorno, mejor otro año más en NCAA y el año que viene veremos... y podremos decir "show me the money" con más autoridad. Es la otra lectura.

Saludos

J. Mercadal dijo...

Si, si, tienes razón. Pero esto es algo que no me cuadra. Sinceramente, no me creo que un tipo como Stephenson caiga hasta segunda ronda. Es cierto que no ha tenido el impacto esperado, pero tampoco ha sido para nada malo y se puede hablar incluso de que ha crecido como jugador.

Si te fijas en las últimas superestrellas de instituto, gente como: OJ Mayo, DeMar DeRozan o Brandon Jennings incluso fallaron en su salto a la universidad/Europa, pero mantuvieron su caché para ser elegidos al menos en la lotería. Pero hasta en esto este chico sige otro camino, y no tiene mucho sentido porque su potencial es bestial y de sobras conocido en EEUU.

Alejandro Díaz Triguero dijo...

A mí el caso de Stephenson me parece muy raro. Me sonaba que por estas fechas hace un año se hablaba mucho de Memphis por la influencia que ejerció Calipari, pero sin embargo parece que bajó su interés y acabó en Cincinnati, Universidad importante pero hoy día no es la élite.

No ha marcado una excelente temporada y eso le puede venir bien, porque casi le fuerza a quedarse un año más. A ver si aprende algo más del juego colectivo, que lo que le he visto (poco) no me augura un futuro excelso.

Saludos y buen artículo, te añado a mi blogroll.