Había mucha expectación en saber lo qué Mike D’Antoni podría hacer en New York desde que decidió abandonar el brillo que le otorgó su trabajo en Arizona para tomar las riendas de la franquicia más desastrosa de la liga. Y los primeros resultados no podían ser más esperanzadores. Los Knicks, sin apenas cambios en la plantilla, realizaban un juego entretenido y con diez partidos disputados se colaban en puestos de Playoffs. Pero este no era el objetivo real de D’Antoni. El técnico italo-americano llegó a la Gran Manzana con la misión de devolver a los Knicks a la elite de la liga y para ello lo primordial era comenzar a soltar el lastre que en forma de contratos desmesurados acumula la franquicia neoyorquina. Sólo esto puede explicar que, pese al relativo buen inicio de temporada, los Knicks hayan dado luz verde a la marcha de dos de los que hasta ahora estaban siendo sus mejores jugadores: Zach Randolph y -sobre todo- Jamal Crawford. El controvertido Z-Bo marcha rumbo a Los Angeles para jugar en los decepcionantes Clippers. A cambio llegan a NYCCuttino Mobley y Tim Thomas. Dos jugadores veteranos que finalizan contrato en el ya célebre verano de 2010, el año de LeBron. Entre los dos salarios New York liberará unos 15 millones de dólares, algo que se ha convertido en la principal misión del presidente de los Knicks, Donnie Walsh. Los Clippers continúan con su extraña política de adquisiciones. Demostrando que la salida de Brand no entraba en sus planes y realizando un proyecto deportivo que parece diseñado más “sobre la marcha” que un plan concienzudo con el que devolver al hermano pobre a Playoffs. Sólo queda saber qué Randolph podrá verse en el Staples y qué jugador interior se quedará en el banco. Crawford, por su parte, emigra a Oakland para ingresar en la numerosa nómina de escoltas anotadores que posee Don Nelson en su poder. A cambio llega a New York Al Harrington, jugador muy del estilo de D’Antoni pero que, sobre todo, finaliza contrato en -¡sorpresa!- 2010. Pese a que la dimensión contractual es la que prima en esta operación para New York lo cierto es que Harrington dada su versatilidad es un jugador muy interesante para el run&gun de los actuales Knicks y en el plano deportivo deberá dar buen rendimiento en estos años de transición. A falta de solucionar la situación de Stephon Marbury, que está cobrando 21 millones de dólares por sentarse en la grada del Madison Square Garden cada noche,pero cuyo contrato finaliza este año y por lo tanto no obstruye la “operación LeBron”, Eddy Curry centra los quebraderos de cabeza de Walsh y D’Antoni. El pívot, cuyo estado de forma es lamentable y no entra en los planes de ninguna franquicia de la liga, tiene comprometidos casi 30 millones de dólares por tres años más y su salida de los Knicks se antoja harto complicada.
Los Knicks han puesto fecha a su resurgir y pese a que no se les debe dar por muertos estos dos años ya se puede afirmar que D'Antoni llegó a New York con vistas a medio plazo.
Imagino que los Knicks conseguirán alguna superestrella en el 2010, ya sea LeBron o Wade o quizás Bosh, Nowitzki... Espero que planteen el futuro con las ideas claras y firmes y no vuelvan a cagarla como han hecho esta década tan funesta para ellos.
2 comentarios:
Imagino que los Knicks conseguirán alguna superestrella en el 2010, ya sea LeBron o Wade o quizás Bosh, Nowitzki... Espero que planteen el futuro con las ideas claras y firmes y no vuelvan a cagarla como han hecho esta década tan funesta para ellos.
increible lo que deportivamente a echo el italiano con este equipo.
ahora, a esperar al verano famoso y ver que pasa.
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