Los Cleveland Cavaliers son el equipo de LeBron James. Esta afirmación, que podría firmar mismísimo Perogrullo, posee una doble lectura. La primera es la que hace de los Cavs candidatos a todo en el Este. Y es que, pese a la moderada subida de nivel que se supone va a experimentar la conferencia, los Cavs deben seguir siendo uno de los equipos punteros debido a la presencia de El Elegido en sus filas. La segunda lectura, más literal, es la que muestra a Cleveland como un equipo demasiado dependiente de lo que James pueda hacer. El traspaso límite realizado con Chicago la pasada temporada no sirvió para mejorar el nivel del equipo y los refuerzos de este verano, pese a ir en la dirección correcta, tampoco parecen definitivos.
La incorporación más importante es la de Maurice Williams. Tras varios años sobreviviendo sin un base puro en la plantilla los Cavaliers al fin tendrán un playmaker que ofrecer a LeBron. Pero, más que un director de juego al uso, Williams es también un buen anotador exterior. Esto hace que el General Manager de Cleveland, Danny Ferry, continúe en cierto modo con su política de rodear a King Jmes de tiradores exteriores. Pero para valorar el traspaso en su justa medida es importante ver tanto lo que han recibido como lo que han soltado. Joe Smith y Damon Jones son los jugadores sacrificados, de los cuales sólo el veterano Smith supone una baja importante. El que fuera número uno del draft es un jugador que siempre cumple allá donde juega aunque tampoco se le puede considerar una pieza de suma importancia en el engranaje de los Cavs. Por lo tanto, y por una vez, se puede decir que los Cavaliers han acertado plenamente en el intercambio ya que reciben a un jugador joven, 25 años, llamado a ser importante a cambio de un viejo guerrero y un jugador secundario.
Otro de los errores de gestión de los Cavs la temporada pasada fueron las tardías renovaciones de Anderson Varejao y Sasha Pavlovic. Danny Ferry se ha puesto las pilas este verano, quizás debido al vértigo que produce una posible marcha de LeBron en 2010, y ya ha solventado la continuidad de Daniel Gibson y Delonte West. Ambos jugadores, de perfil similar, están llamados a disputarse el puesto de teórico escolta aunque West también podría ser usado como base.
El resto del equipo es el mismo que disputo los pasados Playoffs. Destaca sobre todo la interminable batería de tiradores que poseen estos Cavs. Además de los ya mencionados Williams, West y Gibson, los de Ohio cuentan también con Wally Szczerbiak y Sasha Pavlovic en plantilla. Si bien estos dos últimos no se mostraron muy acertados la pasada campaña. Estos cinco jugadores, más LeBron como fijo en el puesto de teórico alero, se disputarán las posiciones exteriores, mientras que el ex de Memphis Terence Kinsey se verá abocado a los llamados minutos de la basura.
El juego interior volverá a depender, al menos en el inicio de liga, de la veterana pareja Wallace-Illgauskas. Ambos jugadores afrontan el ocaso de su carrera aunque el rendimiento que se espera de ambos es muy diferente. Mientras que el lituano seguirá siendo la referencia de su equipo en la pintura de Ben Wallace sólo se puede esperar que no genere problemas de vestuario como hizo en Chicago. Varejao, el veterano Lorenzen Wright y el rookie JJ Hickson completan el frontcourt. De estos tres jugadores Varejao es el que parte con más opciones de disputar minutos de peso, e incluso birlarle el puesto a Big Ben si este no termina de rendir, aunque en un juego interior tan dudoso incluso Hickson podría llegar a adquirir cierto peso si se aplica desde el inicio.
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