Cuando Shaq llegó a Phoenix lo hizo prometiendo a sus seguidores el anillo. Aquél se trataba de un proyecto ya agotado, inmerso en una dinámica que ni la propia figura de O’Neal pudo cambiar y que terminó cayendo -una vez más- frente a San Antonio.
Con D’Antoni en la Gran Manzana y un quinteto con una media de edad cercana a los 33 años todo parece indicar que el anillo queda fuera del punto de mira de los Suns pese a contar con jugadores de una calidad más que contrastada. Pero esto también supone una última oportunidad para la troupe liderada por Steve Nash. Con un juego más agresivo y pausado Phoenix quiere ejercer de poder en la sombra mientras forjan un juego más duro con el que intentar el último asalto al anillo, misión harto complicada y sólo posible con la motivación y mentalización de todas las estrellas de los Suns.
Shaq se sabe un miembro importante en esta empresa y en líneas generales está realizando un inicio de temporada bastante bueno (ver estadísticas), convirtiéndose en el perfecto complemento de Amare Stoudamaire y ofreciendo una imagen digna de alguien con su currículum.
Pero a Big Cactus se le ve nervioso, intranquilo. No se sabe si producto de una sobremotivación o debido a alguna circunstancia externa al juego pero Shaquille está muy agresivo y a estas alturas de temporada ya ha participado en dos tanganas. En la primera fue multado por poner paz entre Suns y Rockets (ver) a empujones mientras que ayer fue expulsado del partido por cometer dos faltas flagrantes en el partido que les enfrentaban a Detroit, una especialmente dura a Rodney Stuckey (ver).
O’Neal vuelve a ser temido por las zonas de la NBA y si consigue encauzar toda su agresividad y fuerza en la consecución de su quinto anillo habrá que tener en cuenta a Phoenix, aunque sea desde las sombras.
Enlaces relacionados:
O'Neal hace una revisión de las leyes de la física, Basket Jam
El sheriff de Arizona, Run and gun
Shaq, un día de furia, Jugones
Con D’Antoni en la Gran Manzana y un quinteto con una media de edad cercana a los 33 años todo parece indicar que el anillo queda fuera del punto de mira de los Suns pese a contar con jugadores de una calidad más que contrastada. Pero esto también supone una última oportunidad para la troupe liderada por Steve Nash. Con un juego más agresivo y pausado Phoenix quiere ejercer de poder en la sombra mientras forjan un juego más duro con el que intentar el último asalto al anillo, misión harto complicada y sólo posible con la motivación y mentalización de todas las estrellas de los Suns.
Shaq se sabe un miembro importante en esta empresa y en líneas generales está realizando un inicio de temporada bastante bueno (ver estadísticas), convirtiéndose en el perfecto complemento de Amare Stoudamaire y ofreciendo una imagen digna de alguien con su currículum.
Pero a Big Cactus se le ve nervioso, intranquilo. No se sabe si producto de una sobremotivación o debido a alguna circunstancia externa al juego pero Shaquille está muy agresivo y a estas alturas de temporada ya ha participado en dos tanganas. En la primera fue multado por poner paz entre Suns y Rockets (ver) a empujones mientras que ayer fue expulsado del partido por cometer dos faltas flagrantes en el partido que les enfrentaban a Detroit, una especialmente dura a Rodney Stuckey (ver).
O’Neal vuelve a ser temido por las zonas de la NBA y si consigue encauzar toda su agresividad y fuerza en la consecución de su quinto anillo habrá que tener en cuenta a Phoenix, aunque sea desde las sombras.
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2 comentarios:
No tomar en cuenta la foto que encabeza la entrada, pero no me he podido resstir...
Grande la foto jejeje la super nintendo, juas que tiempos, aunque mas lejanos quedan los del spectrum
Lo de la falta pues no se, a mi me parece bien la expulsion porque vaya mamporro que da Rodney
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