Hace ya tres años, en la temporada 04/05, que Rodrigo San Miguel abandonó la disciplina del Basket Zaragoza en busca de una oportunidad de verdad con la que poder codearse con la elite del baloncesto estatal. Una oportunidad para continuar su progresión como jugador, que en Zaragoza había quedado algo estancada.
Recaló en Valladolid, un histórico de ACB que cada temporada aspira a mantenerse, no parecía una plaza idónea pues. Rodrigo necesitaba tiempo y confianza y Pucela se antojaba como un lugar necesitado de actuaciones urgentes y más aun con toda la crisis derivada del escándalo de los sellos.
Pero el tiempo ha demostrado que en Pucela han sabido hacer algo que en Zaragoza parece imposible, esperar. Han sabido esperarle, confiando en sus posibilidades y Rodrigo ha respondido convirtiéndose en un jugador importante, en el segundo base del equipo. Jugó cedido en Pozuelo y Plasencia, donde hizo el rodaje antes de jugar a ACB, y ha llegado a la máxima categoría antes que su ex-equipo. Probablemente por saber esperar. Actualmente Rodrigo promedia 23 minutos por partido en los que hace una media de 9 puntos.
He visto que Enrique Coscolín le dedicó un artículo parecido a este en su blog dedicado al CAI. Leer.
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