Lo cierto es que el partido de ayer no ofreción nada nuevo, la superioridad del equipo entrenado por Pepu Hernández llega a ser insultante.
Así que ayer me senté frente al televisor con la esperanza de ver otro partido, el que iba a disputar el pivot del Basket Zaragoza, Ondrej Starosta, ante jugadores de primerísimo nivel mundial, después de que en el play-off del año pasado diera la sensación de que la liga LEB se le quedaba corta y que con un poco de esfuerzo y dedicación podía dominar la zona ante cualquier equipo.
Y lo cierto es que el partido en ese sentido defraudó, con tres faltas en el primer cuarto el bueno de Ondrej se tuvo que sentar en el banquillo, y su papel, que se antojaba vital para su selección, quedó reducido a una presencia casi testimonial.
En lo que se pudo enfrentar a Gasol lo cierto es que Starosta salió derrotado ampliamente, algo lógico si no olvidamos que Gasol es un Allstar NBA y Starosta el pivot de un equipo de segunda, pero Gasol jugando al 30% (como en todos los partidos que le he visto) anotó en ese periodo 10 puntos y cargó a su defensor con tres faltas personales en menso de siete minutos (casi, casi como Vidaurreta).
Sólo hubo un espejismo de reacción del pivot checo con un gran tapón que recordó a los que endosó a León en la fatídica eliminatoria, pero poca cosa más, se fue del partido sin anotar una sola canasta y tirándose dos piedras alarmantes.
Del partido lo cierto es que no se ni que comentar, la superioridad es demasiado evidente y casi se me empieza a hacer aburrida. Da la sensación de que juegan a menos del 50% de lo que podrían, pero a la hora de pisar el acelerador se quedan sólos. Y lo peor (o lo mejor) es que eso no sólo les ocurre con rivales como el de ayer o Portugal, sino que los dos test serios que han tenido hasta ahora ante Lituania los han solventado igual. Así que parce que habrá que esperar a la competición oficial, donde los equipos, y supongo que España también, mostrarán por fin su cara más competitiva.
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Hace 36 minutos
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