Un año más y Dallas vuelve a colocarse en la parrilla de salida entre las franquicias aspirantes al anillo. Aunque este año lo hacen con la credibilidad claramente dañada tras la eliminación en primera ronda del año pasado a manos de los Warriors. Esta circustancia puede actuar como un arma de doble filo, o bien estimulará a las estrellas de la franquicia texana con Nowitzki a la cabeza, o puede generar inseguridades en los momentos decisivos que provoquen un nuevo fiasco para la franquicia de Mark Cuban.
Los argumentos que hacen a los Mavs candidatos a todo son los mismos del año pasado. Una extensa plantilla de calidad comandada por el MVP del año pasado Dirk Nowitzki. Junto a él jugadores de la talla como Josh Howard, Jason Terry, Eric Dampier, Devin Harris o el anotador Jerry Strackhouse saliendo desde el banquillo.
Además, fieles a su estilo, los Mavs no han permanecido estáticos durante el verano y se han hecho con los servicios del veterano Eddie Jones y el alero Trenton Hassell, que llega desde Minnesotta a cambio del ex-maverick Greg Buckner, para apuntalar una plantilla en la que también destacan jugadores como Devean George, el pivot DeSagana Diop o, incluso, el rookie Nick Fazekas.
Poco más se puede decir de los Mavericks, una plantilla con capacidad para optar a todo que deberá competir en una dura división, la Southwest, con los tes equipos tejanos apuntando al liderato de la conferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario