Un gran jarro de agua fría cayó sobre Portland cuando se conoció que deido a una mala lesión la primera elección de este último draft, Greg Oden, se perderá la que iba a ser su primera temporada en la élite.
Oden llegó a los Blazers como la piedra angular sobre la que construir un proyecto con miras al anillo. La fortuna quiso que Portland eligiera en primer lugar, ellos, tras dudar un poco y con la sombra de Sam Bowie acechando, apostaron por el pivot dominante y la fortuna, la mala fortuna esta vez, ha sido la que les ha arrebatado a Oden para este año. Dicho esto, también quiero decir que, para mi, Portland no se equivocó. Y diiré lo mismo aunque Durant acabara MVP de esta temporada. Pivots realmente dominantes hay muy pocos, con uno de ellos en la plantilla el anillo se acerca sistemáticamente hacia tu ciudad, vease caso Shaq, por lo que el de Ohio State debía ser el número uno.
Así que, con Oden fuera, lo mejor es ver con lo que los Blazers aforntan lo que se espera una temporada de transición. El primer movimiento a analizar fue la salida de Randolph. Con la euforia Oden en su cresta máxima, en el mismo día del draft, el General Manager de los Blazers vió como una buena idea el regalar a todo un 20-10, con problemas de cabeza si, pero un 20-10 al fin y al cabo, a Nueva York a cambio de un jugador que al que cortarían días después, Steve Francis, y el pivot Channing Frye. A toro pasado se puede decir que la operación resulto algo precipitada y que por Randolph debieron intentar sacar algo más.
Sin Randolph ya y con Oden fuera la plantilla se sustentará en los jovenes Lamarcus Aldridge (22 años) y el mejor rookie del año pasado, Brandon Roy (23 años). Acompañados además de los también jóvenes Frye (24), mcRoberts (20) o Webster (21). A diferencia de los otros equipos jóvenes aqui no hay un veterano que pueda marcar la pauta, ya que ni Lafrentz, ni Przbylla se antojan como figuras de referencia para estos renovados Blazers.
En la base del equipo es donde, para mi, se encuentra la mayor decepción. Jarrett Jack (23 años) se perfila como el base titular del equipo. Jack es un base cumplidor, pero nada más, autentica medianía de la liga que podría ser un acptable segundo base, pero poco más.
La sorpresa viene cuando McMillan afirmó en una entrevista a un medio The Oregonian que actualmente Sergio Rodríguez se encuentra fuera de la rotación de bases. El obtuso entrenador de los Blazers cuenta con Steve Blake como base reserva y el rookie Taurean Green para disputar algunos minutos mientras que de Sergio afirma que debe mejorar su defensa y reducir sus pérdidas de balón. Aun estando de acuerdo en esto último, yo soy de los que creo que el lugar de Sergio es la NBA, pero necesita de un entrenador que acepte sus carencias defensivas para potenciar la alegría de su ataque algo que parece que en Portland jamás tendrá.
Así que, después de esta declaración de principios por parte de McMillan sólo queda conocer si va a imponer un juego rácano a un grupo tan joven o se soltara la melena y dejará disfrutar al público de Oregon en un año en el que no se espera post-temporada.
Oden llegó a los Blazers como la piedra angular sobre la que construir un proyecto con miras al anillo. La fortuna quiso que Portland eligiera en primer lugar, ellos, tras dudar un poco y con la sombra de Sam Bowie acechando, apostaron por el pivot dominante y la fortuna, la mala fortuna esta vez, ha sido la que les ha arrebatado a Oden para este año. Dicho esto, también quiero decir que, para mi, Portland no se equivocó. Y diiré lo mismo aunque Durant acabara MVP de esta temporada. Pivots realmente dominantes hay muy pocos, con uno de ellos en la plantilla el anillo se acerca sistemáticamente hacia tu ciudad, vease caso Shaq, por lo que el de Ohio State debía ser el número uno.
Así que, con Oden fuera, lo mejor es ver con lo que los Blazers aforntan lo que se espera una temporada de transición. El primer movimiento a analizar fue la salida de Randolph. Con la euforia Oden en su cresta máxima, en el mismo día del draft, el General Manager de los Blazers vió como una buena idea el regalar a todo un 20-10, con problemas de cabeza si, pero un 20-10 al fin y al cabo, a Nueva York a cambio de un jugador que al que cortarían días después, Steve Francis, y el pivot Channing Frye. A toro pasado se puede decir que la operación resulto algo precipitada y que por Randolph debieron intentar sacar algo más.
Sin Randolph ya y con Oden fuera la plantilla se sustentará en los jovenes Lamarcus Aldridge (22 años) y el mejor rookie del año pasado, Brandon Roy (23 años). Acompañados además de los también jóvenes Frye (24), mcRoberts (20) o Webster (21). A diferencia de los otros equipos jóvenes aqui no hay un veterano que pueda marcar la pauta, ya que ni Lafrentz, ni Przbylla se antojan como figuras de referencia para estos renovados Blazers.
En la base del equipo es donde, para mi, se encuentra la mayor decepción. Jarrett Jack (23 años) se perfila como el base titular del equipo. Jack es un base cumplidor, pero nada más, autentica medianía de la liga que podría ser un acptable segundo base, pero poco más.
La sorpresa viene cuando McMillan afirmó en una entrevista a un medio The Oregonian que actualmente Sergio Rodríguez se encuentra fuera de la rotación de bases. El obtuso entrenador de los Blazers cuenta con Steve Blake como base reserva y el rookie Taurean Green para disputar algunos minutos mientras que de Sergio afirma que debe mejorar su defensa y reducir sus pérdidas de balón. Aun estando de acuerdo en esto último, yo soy de los que creo que el lugar de Sergio es la NBA, pero necesita de un entrenador que acepte sus carencias defensivas para potenciar la alegría de su ataque algo que parece que en Portland jamás tendrá.
Así que, después de esta declaración de principios por parte de McMillan sólo queda conocer si va a imponer un juego rácano a un grupo tan joven o se soltara la melena y dejará disfrutar al público de Oregon en un año en el que no se espera post-temporada.
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