lunes, 22 de octubre de 2007

La sociedad Popovich - Duncan en busca de ampliar su hegemonía

Los Spurs no son un equipo simpático, fans del equipo aparte. Esto, más que una opinión -que también- es un hecho si atendemos a los índices de audiencia que arrojan todas las finales que juegan y que compiten entre ellas por el dudoso honor de marcar los peores registros.
Los Spurs son un equipo ganador. Cuatro anillos, tres de ellos en años en las últimas seis temporadas, dan buena fe de ello.

Estas dos características que definirían a los actuales Spurs poseen su razón de ser en el duo formado por Greg Popovich y Tim Duncan, el entrenador y la estrella, principales artífices del actual devenir de la franquicia. El gusto por el baloncesto de control en el que prima el resultado por encima del espectáculo del primero, y la facilidad para desarrollar todas las facetas del baloncesto en el poste bajo del segundo han conseguido generar una exitosa fórmula.

Junto al duo Popovich-Duncan, el otro gran factor que ha posibilitado la duración del reinado Spur es la gran labor de scouting, sobretodo fuera de EEUU, llevada a cabo por la franquicia texana. Este acierto en el draft ha llevado a un base francés que fue elegido el número 28 del draft de 2001 -Tony Parker- y a un escurridizo escolta argentino seleccionado en la segunda ronda de 1999 -Manu Ginobili- a convertirse en las importantes segundas espadas de los Spurs.
Como muestra de esta gran capacidad de elección debe constar que los Spurs fueron los que draftearon al argentino Scola en 2002, pese a haberlo intercambiado este año al tener la posición bien cubierta con su compatriota Oberto.

La llegada de veteranos en busca de un anillo sería el tercer ingrediente de esta dinastía spur. Gente como Robert Horry, Michael Finley o Brent Barry deciden apostar sobre seguro y jugar en San Antonio aportando minutos de calidad desde el banquillo y aceptando una reducción en su salario en busca de un anillo (o muchos en el caso Horry) con el que culminar su carrera. Además estos Spurs cuentan con el argentino Fabricio Oberto. Novato en la liga pero con muchos años de baloncesto a sus espaldas que han hecho que pueda aportar desde el primer día.

Para finalizar, Bruce Bowen sería la cuarta pata del banco, y un factor por si sólo. Y es que, el polémico jugador encarna los valores que el baloncesto de San Antonio trasmite al resto de aficionados. Sólo en un equipo como el de Popovich un jugador de las características de Bowen, con poca calidad técnica pero con una gran entrega y una dura defensa que en algunos momentos roza lo antideportivo, podría convertirse en toda una referencia y símbolo del equipo.

Estos son los cuatro factores sobre los que San Antonio asfaltó el camino hacia el anillo la pasada temporada y en los que volverá a argumentar su candidatura; y es que, si algo funciona ¿por qué cambiarlo?

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