Memphis comienza la temporada con la obligación de hacer olvidar a sus aficionados el desastre de la pasada temporada. A priori, a un equipo que viene de marcar el peor balance de victorias-derrotas y que encima comparte división con tres de los equipos más poderosos no se le puede pedir mucho. Con mejorar algo el registro, la imagen mostrada y divertir con alguna victoria inesperada es lo poco que se exige a un equipo que ni están en un claro proceso de reconstrucción, ni posee unos mimbres suficientes para ser campeón.
No obstante, no todo son malos pronósticos, y es que, precisamente, son estos equipos sin aspiraciones importantes los que acaban protagonizando las sorpresas, típicas de cualquier competición deportiva.
A diferencia del curso pasado, Memphis comienza la temporada con su jugador franquicia en condiciones aptas (siempre y cuando no se lesione desde la publicación de esta entrada, claro). Esto que el año pasado fue un handicap importante, puesto que cuando Gasol se incorporó a la plantilla el equipo ya andava a la deriva y sin ningún objetivo que cumplir. Además, junto a Pau estará este año su amigo Juan Carlos Navarro, algo que, como mínimo, sirve para tener al líder grizzlie motivado desde el primer día. Además, la llegada del genial escolta puede ser un revulsivo deportivo importante. Por lo visto en preseason, Navarro está adquiriendo una gran responsabilidad ofensiva, ocupando una posición de falso base cuando el equipo necesita desatascar la defensa rival y gracias a su experiencia ACB parece indicado para comenzar a aportar desde el primer día de competición.
Junto a Navarro, la llegada más importante es la del entredandor Marc Iavaroni, que llega a Tennessee con vocación ofensiva y que ha conformado una plantilla joven y apta para correr. Junto a él, y además de Navarro, han llegado a Memphis el base rookie Mike Conley Jr, el alero tirador Casey Jacobsen y el polémico pivot serbio Darko Milicic.
Conley llega a Memphis desde el número 4 del draft, una elección algo alta para el amigo y compañero de Greg Oden. El número 11 es un base rápido, que corresponde a las necesidades de los Grizzlies, pero que aun necesitará algo de adaptación al juego profesional. Jacobsen, por su parte, es un alero tirador que viene a ayudar a Mike Miller en la anotación desde el perímetro.
Milicic es la apuesta más arriesgada de los Grizzlies, llega a Memphis para formar pareja interior junto a Gasol, pese a que su perfil no es el más indicado para el ala-pivot catalán, que precisaría de un pivot clásico que aportara kilos y brega en tareas defensivas. Milicic posee a su favor que puede correr, adaptándose así al estilo Iavaroni, además el serbio, que fue elegido con el número 2 en el draft de LeBron James, Carmelo Anthony o Dwyan Wade, viene de fijar sus mejores números con los Magic en playoff y posee un gran margen de mejora después de su temprana llegada a la NBA.
Los jóvenes y versátiles Rudy Gay y Hakim Warrick, el base sophomore Kyle Lowry, el fantástico tirador Mike Miller, el veteranísimo Damon Stoudamaire y los jugadores interiores Brian Cardinal y Stromile Swift serán los jugadores que completarán la rotación en unos Grizzlies que buscarán pelear por el octavo puesto en el Oeste frente a equipos como Nueva Orleans o Golden State.
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